La ONG APDHA critica a Alemania por plantear a países no europeos que colaboren en control fronterizo.
“Sería un error absoluto seguir externalizando fronteras”. Estas palabras de Carlos Arce, uno de los portavoces de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), responden a unas declaraciones recogidas por el diario alemán ‘Die Welt’, que aseguraban que fuentes del Ejecutivo alemán, liderado por Angela Merkel, sostenían la necesidad de “reforzar, financieramente y también con barcos, aviones y el equipamiento necesario, las fronteras exteriores de la Unión Europea, lo que beneficiaría concretamente el equipamiento de la agencia responsable de esta vigilancia, Frontex”.
En este caso concreto, el diario se refería a colaborar con Turquía, un país que no es miembro de la Unión Europea (UE), pero que limita con ésta. Esta fuente también aseguraba que “las fronteras exteriores del espacio Schengen no están suficientemente controladas” y Alemania está dispuesta a hacer “un esfuerzo añadido para colaborar en los países responsables de su custodia”.
Esta postura del país teutón con respecto a Turquía y a la política exterior de la UE recuerda, en opinión de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), a la que se tomó con Marruecos para gestionar la llegada de inmigrantes a Melilla.
“El mensaje que está dando la UE es que abre la mano a la hora de acoger refugiados, siempre y cuando no se trate de migrantes económicos”, señaló también Arce, que lamentó que la gestión de la frontera, normalmente, se otorgue a países como Marruecos o Turquía, en los que “el respeto por los derechos humanos brilla por su ausencia”.
“Hay que garantizar el acceso a todas las nacionalidades”
“Lo que nos preocupa de la frontera de Melilla es que no se garantice el acceso y la protección de asilo a personas por su nacionalidad”. Así se pronunció, en declaraciones a El Faro, la portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR), María Jesús Vega, al ser preguntada sobre la intención de Alemania de seguir colaborando con terceros países en gestión las fronteras de la Unión Europea.
“Estamos viendo como personas que vienen de países como Mali, la República Centroafricana o Sudán no pasan por el puesto fronterizo”, apuntó también Vega, que lamentó que muchos de éstos se vean y se hayan visto obligados a recurrir a los saltos de valla.
“Cualquier persona tiene derecho a solicitar asilo y a estar en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) hasta que se tramite su petición, sea de la nacionalidad que sea”, señala la portavoz de ACNUR, que también sostiene que puede haber casos a estudiar que van más allá de que el país en cuestión esté inmerso en un conflicto bélico, como el de personas perseguidas por su sexualidad.
Así pues, Vega lamenta que en la frontera de Marruecos con Melilla, pese a que están cruzando el paso diariamente cientos de sirios.
Por lo tanto lo que ACNUR considera que debe traer la colaboración internacional a la hora de gestionar la frontera es una garantía de que toda aquella persona que lo desee puede tener acceso a la oficina de asilo, que en este caso sería la situada en Beni Enzar. “Se están conociendo casos de refugiados que tienen que pagar para poder entrar en Melilla”, lamentó Vega en este sentido.