Es una medida cautelar hasta que el organismo decida si admite o no el recurso de Remartínez
El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales decidió este sábado suspender cautelarmente el concurso de contratación sin opción a compra de un TAC móvil para el Comarcal, según la resolución a la que ha accedido El Faro. Esta medida ha sido tomada por el organismo que depende del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas atendiendo a la petición de Mariano Remartínez Buera que, en representación de TAC y Resonancia Magnética de Melilla, ha interpuesto un recurso especial. Remartínez entiende que los pliegos del concurso del alquiler de un TAC móvil para el Comarcal le podrían causar perjuicios “de difícil o imposible reparación”. De ahí que el empresario solicitara al Tribunal Administrativo la suspensión provisional del trámite de contratación hasta que éste resuelva si admite o no su recurso. El Tribunal accedió a su petición el pasado sábado. Al ser una medida provisional, el responsable del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria en Melilla, Francisco Robles, ha optado por no hacer declaraciones. “Hay que esperar a que se resuelva el recurso”, señalaron ayer fuentes del Ingesa. El contrato de la polémica Todo empezó el 30 de junio. Remartínez puso en duda que hiciera falta contratar el alquiler del TAC móvil del Comarcal a través de un procedimiento negociado sin publicidad (contratos menores adjudicados sin concurso), algo que la Ley de Contratación Pública contempla en casos de urgencia, imprevisibilidad o imputabilidad (que la urgencia sea provocada). Remartínez, que se presentó al primer concurso para la contratación del alquiler del TAC, propuso, por un precio más bajo, poner un camión con el equipo de TAC en la calle o, en su defecto, dentro del hospital, en sustitución del aparato que se le rompió al hospital. El Ingesa no atendió a su oferta y adjudicó el contrato a Alliance Medical Group. El 10 de julio pasado Remartínez se enteró de que el concurso había sido adjudicado a esa otra compañía porque vio el camión del TAC a las afueras del hospital Comarcal. “Ni siquiera me lo comunicaron”, lamenta. Ese contrato de alquiler del TAC montado en un camión a las afueras del hospital Comarcal terminó el 12 de agosto pasado y ahora el Ingesa ha sacado a concurso, sin publicidad, por la vía de urgencia, la ampliación del contrato. El empresario entiende que el TAC del Comarcal está roto desde diciembre de 2014 por lo que cree que son cuestionables las prisas en los trámites para ampliar la contratación del alquiler del TAC. Por eso Rematínez ha recurrido al Tribunal Administrativo y su recurso ha provocado la suspensión cautelar del concurso de alquiler del aparato de resonancia móvil del Comarcal. A este concurso el Ingesa ha invitado a cuatro empresas. Una de ellas es Remartínez, que como otras dos no ha presentado oferta porque entiende que es difícil competir con la compañía que ya tiene el camión con el TAC móvil a las afueras del hospital y que ha contado con dinero público para el traslado del aparato a Melilla, la colocación de mamparas para garantizar la privacidad de los pacientes y la compra de contrastes (el yodo empleado para realizar TAC). Todo esto hace pensar a Remartínez que el Ingesa adjudicó el primer concurso a una oferta menos ventajosa que la que la suya y que pretende ampliar el contrato dejándolo en una situación en la que no puede competir porque no cuenta con la ayuda pública que sí tuvo la actual adjudicataria.
Remartínez pide al Ingesa una lista de facturas
Con esta resolución de suspensión cautelar del contrato de alquiler de un TAC móvil para el Comarcal en la mano, Remartínez envió ayer a la Gerencia de Atención Sanitaria de Melilla una petición del número de escáneres hechos con el TAC móvil desde el 13 de agosto, así como la lista de todas las pruebas diagnósticas enviadas a la Clínica Rusadir. El empresario quiere que el Ingesa le abone el importe de estas facturas ya que el contrato acabó el 12 de agosto y Remartínez considera que todas las exploraciones de TAC hechas desde la fecha debió hacerlas él por ser el centro concertado.
30 de junio de 2015 Remartínez informa al Ingesa su interés por adjudicarse el concurso de contratación de un TAC móvil para el Comarcal. Por el mismo precio, propone poner un equipo de escáner en un camión en la calle o bien otro fijo dentro del hospital. 15 de julio de 2015 Remartínez pide a la Gerencia del Comarcal que le notifique legalmente si ha adjudicado el concurso de alquiler del TAC, que le identifique los integrantes de la mesa de contratación y le deje ver el expediente. 6 de agosto de 2015 TAC y RM Melilla recurre la adjudicación del concurso. 4 de septiembre El Tribunal Administrativo central suspende cautelarmente el concurso de ampliación del alquiler del TAC móvil atendiendo al recurso interpuesto por Remartínez.