“Para el Gobierno, un refugiado es un inmigrante que intenta engañar al Estado”, apuntan fdesde Migreurop.
“España siempre le ha dado la espalda a los refugiados, porque tanto este Gobierno como el anterior, han considerado que se trataba de inmigración”. Esta es la lectura que hacen desde Migreurop, una plataforma internacional que agrupa a varias asociaciones, entre ellas a la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH). Un abogado de esta última organización aseguró ayer, en declaraciones a El Faro, que nuestro país “siempre ha sido muy cicatero” en cuanto al asilo político y aseguró que las medidas que ha tomado, como la legalización de los rechazos en frontera, lo demuestran.
“Las ‘devoluciones en caliente’ son una forma de impedir las peticiones de asilo”, aseguran desde esta organización, dado que consideran que al no dejar que el inmigrante que entre de forma ilegal se pronuncie ni que cuente con un abogado, no se da la presunción de que éste pretenda solicitar la condición internacional de refugiado.
Refugio e inmigración
“Para el Gobierno, un refugiado es un inmigrante que trata de engañar al Estado”, apunta la fuente de APDH consultada ayer por El Faro, que añade que España “siempre le ha dado la espalda al refugio”, tratando de usar el mismo criterio para tratar casos de migrantes y de asilados internacionales.
Así pues, califican la actitud del Ejecutivo central de “hipócrita”, dado que opinan que hasta que no se ha puesto de manifiesto a través de los medios de comunicación la situación de los ciudadanos sirios, no han cambiado el discurso sobre éstos.
La política de cuotas de Bruselas, rechazada
Además de considerar que la postura de España con respecto a al asilo político es de impedimento en cuanto a las políticas tomadas por el Ejecutivo central, como los rechazos en frontera, desde Migreurop tachan de “rácana” la postura de España con respecto al reparto de cuotas de refugiados que propuso la Comisión Europea (CE) y que el Gobierno rechazó.
“Que un país de 46 millones de habitantes no pueda concebir acoger a 1.200 refugiados de una crisis humanitaria es ridículo”, apunta un abogado de la APDH, asociación integrada en la plataforma. Asimismo, este miembro añade que la situación “llama la atención” por lo absurda que la consideran.
“¿Cómo va a decir un gobernante que ejecuta ‘devoluciones en caliente’ que 1.200 refugiados es una cifra elevada para España?”, se preguntan desde la organización, y aluden a la “potencialidad” de que algunos de los inmigrantes que intentan entrar de forma ilegal en España pueda solicitar asilo, algo que dicen que no puede hacer.