Bajo el título ‘Melilla, laboratorio de la externalización de las fronteras de la UE en África’, la plataforma denuncia el “bloqueo” que sufren inmigrantes y refugiados en la ciudad autónoma.
La plataforma de ONGs Migreurop publicó ayer un informe titulado ‘Gestionar la frontera euroafricana. Melilla, laboratorio de la externalización de las fronteras de la UE en África’ en la que denuncia la “militarización” de la valla de Melilla y el “bloqueo” que sufren los inmigrantes y refugiados en la ciudad autónoma. Este documento, redactado por Elsa Tyszler, voluntaria enviada por la red Migreurop a Marruecos, hace un repaso de los principales sucesos y hechos relacionados con la inmigración este año, desde la presión migratoria en la frontera y la legalización de las llamadas ‘devoluciones en caliente’ hasta la apertura de la oficina de asilo en Beni Enzar.
El informe asegura que la “externalización” y la “militarización” en la valla de Melilla, frontera sur de la UE, “ha hecho aumentar últimamente el número de intentos de acceder a Europa por mar desde las costas del norte de Marruecos, con todos los riesgos que representa esta travesía”. “Se ve así cómo la creciente militarización de esta frontera euroafricana conduce a las personas migrantes a escoger vías cada vez más peligrosas: Las pateras para unos y otros”, concluye.
El motivo del informe es analizar el fenómeno migratorio en la ciudad autónoma durante este año y su autora afirma que Melilla es un ejemplo de las consecuencias de las políticas de la UE, concretamente, en la línea de “externalización” de las fronteras.
El documento recuerda que Melilla y Ceuta son “las únicas fronteras terrestres euroafricanas”. “Por ello, constituyen desde hace tiempo zonas de atención particular respecto a las políticas migratorias dirigidas a frenar los flujos de personas que se dirigen a los países de la UE”, asevera el informe.
Violación de los derechos humanos
En la introducción del informe, Migreurop recuerda que este año se cumple una década desde las entradas masivas de inmigrantes a través de la valla de Melilla de 2005. “Diez años después de los sucesos mortales de 2005 –en los que, tiroteados por fuego real desde ambos lados de la frontera, resultaron heridos y murieron al menos 11 personas que trataban de franquear la barrera que rodea” Melilla y Ceuta, “Nador continúa siendo escenario de violación permanente de los derechos fundamentales de las personas migrantes, en particular las de origen subsahariano”, asegura. El informe afirma que en la zona circundante al perímetro fronterizo “la impunidad parece ser la regla para las autoridades marroquíes y españolas en la aplicación de políticas de represión de la migración llamada clandestina”. También este informe de Migreurop afirma que a pesar de la Ley de Extranjería española, en Melilla y Ceuta se ha impuesto “un régimen de excepción”, a causa del “interés político” por “seleccionar previamente a las personas migrantes que quieren convertirse en candidatas a la inmigración a España y más allá, a la UE, constituyendo así una auténtica última zona de filtro”.