Un melillense que viajó en la noche del pasado domingo desde Málaga hasta Melilla en el superferry Fortuny ha presentado una reclamación a Trasmediterránea por las malas condiciones higiénicas de su camarote y por no disponer de aire acondicionado en el habitáculo durante todo el trayecto. También ha registrado esta queja en Consumo. El usuario explicó que cogió el barco junto a su hija de once años y que a su llegada al camarote, pudieron comprobar que el sistema de refrigeración no funcionaba.
El pasajero aseguró que el personal de la compañía le ofreció realojarse en otro camarote o en una butaca preferente, pero al ver que tampoco funcionaba el aire acondicionado, decidió quedarse en su habitación. En su reclamación, este melillense explica a la compañía que el aire de su camarote “no enfría”, lo que provoca “un calor insoportable dentro, siendo dicha situación en muchos de ellos”. Además, el usuario refleja en su queja las malas condiciones higiénicas del interior de la habitación. Explicó ayer a este periódico que cuando se dispuso a retirar las sábanas de las camas, estaba “todo amarillento y con suciedad”, por lo que retiraron la ropa hasta el cubrecolchón. Asimismo, también lamenta las malas condiciones higiénicas del resto de la estancia. Afirmó que había varias familias viviendo la misma situación y que había muchos otros usuarios “indignados” por las condiciones del viaje, pero desconoce si han presentado una reclamación. En cuanto a las explicaciones que le dieron los empleados de la compañía a bordo, el pasajero sostiene que le dijeron que a esa fecha, el aire acondicionado llevaba cuatro días sin funcionar en algunas zonas, por lo que ya solicitaron un mecánico urgentemente. Asimismo, los trabajadores de Trasmediterránea trasladaron a este melillense que hasta ese momento, no había acudido ningún profesional que solucionara el problema. Este mismo pasajero hizo el viaje de ida a Málaga el día 10 de julio. El trayecto, según explicó, también lo hizo en un camarote con unas malas condiciones higiénicas. El melillense cuenta que la compañía le ofreció realojarse en otra estancia que también estaba “sucia”. El usuario reclama a la naviera que tome medidas para solucionar estos problemas y que se pueda viajar “dignamente”. También le pide explicaciones y exige que la compañía “se moleste en contestar”. En cualquier caso, este melillense asegura que no volverá a viajar a bordo de los buques de Trasmediterránea.