Los vecinos lamentan el mal estado de aceras y alcantarillas, y denuncian la suciedad y el mal olor en la zona.
La Consejería de Fomento estudia tomar medidas para mejorar la situación de las instalaciones de la zona de Minas del Rif. Se trata de un proyecto que, según aseguró ayer a El Faro de Melilla, Javier Lence, presidente de Emvismesa, está en proyecto, y se desconocen fechas y reformas concretas. Hay que recordar que, aunque los vecinos de las viviendas de la zona son propietarios de éstas, fueron en su día viviendas públicas dependientes de la sociedad autónoma presidida hasta ahora por Lence. A pesar de que no precisó qué medidas son las que se está estudiando tomar, el presidente de Emvismesa apuntó que dichas reformas se centrarán en reparar las zonas superficiales de la urbanización, es decir, parte del revestimiento y no la estructura. Según apuntaron vecinos de la zona, la estructura del edificio se encuentra en estado de deterioro, al igual que muchos de los hogares y algunos puntos de la estructura de la edificación. Tal y como publicó El Faro de Melilla en su edición del pasado domingo, los residentes en esta barriada de la ciudad, lamentan también que el mobiliario urbano esté estropeado y deteriorado, lo que provoca que muchos de los mayores que allí viven teman tropezar o sufrir un accidente a causa del mal estado de aceras, rampas o alcantarillas. En concreto, lamentan que muchas arquetas tengan grandes agujeros, en los que dicen que cabe un pie o una muleta, situación que podría provocar accidentes, sobre todo entre los residentes de mayor edad. Asimismo, acerca de las aceras, comentan que muchas de las baldosas están en mal estado, con grietas propensas a provocar un tropiezo. Además, explican que las baldosas están sueltas y se tambalean. También denuncian la falta de barandillas en varios tramos de escaleras y que algunas pendientes resbalan.
Suciedad y malos olores, otro frente abierto en Minas
Otra de las quejas que estos vecinos mostraron a El Faro de Melilla el pasado sábado es que los niveles de suciedad de esta zona son elevados. Así pues, se quejan de que muchas personas no tienen ningún tipo de miramientos en arrojar desperdicios al suelo. Además, critican que más de una persona utilice los rincones y esquinas de la urbanización como urinario público y que, tal y como inmortalizó este periódico, haya gente que orina en la vía pública, con el consecuente mal olor. La presencia de ratas y cucarachas también es preocupante, según estos vecinos, puesto que comentan que cada noche ven cómo los roedores corren por la zona y salen y entran por los agujeros de las alcantarillas, del mismo modo que lo hacen los insectos.