EL ‘caso del voto por correo’ ha hecho su aparición cuando sólo faltan seis días para el inicio de la jornada de reflexión y una semana para que los electores comencemos a introducir sobres en las urnas.
El candidato del PP a la Presidencia, Juan José Imbroda, dio a conocer ayer el contenido del escrito de acusación de la Fiscalía. El documento, firmado por María Isabel Martín López, tiene fecha de 8 de abril de 2015, pero se viene hablando de su existencia desde hace meses. Los acontecimientos que relata, sus presuntos autores y los supuestos delitos cometidos son conocidos por los escritos del juez instructor que le han precedido. Como es lógico, la fiscal no incluye en su relación de hechos ningún capítulo que no estuviera recogido en el sumario. Las únicas novedades son, por un lado, la calificación penal que el Ministerio Público hace de los sucesos ocurridos en los días anteriores a las Elecciones Generales de 2008 y, por otra parte, las penas que, en su opinión, deben cumplir los responsables de esos hechos. El auto de inicio de juicio oral, según adelantó ayer el candidato del PP, no lo firmará el juez hasta después de las elecciones del próximo domingo. El tribunal de la Audiencia Provincial aún tardará en dictar sentencia, pero los ciudadanos deberemos tener un veredicto mucho antes. De hoy en siete días tendremos que expresar con nuestros votos qué nos parece este proceso que se prolonga ya durante casi ocho años. La primera pregunta a responder es si el ‘caso del voto por correo’ es un asunto que ya hemos juzgado, es decir, si los votantes consideramos que en anteriores comicios ya hemos hecho pagar políticamente a CpM y PSOE la supuesta implicación de sus líderes en esos sucesos. Qué influencia tendrá la revelación del contenido del escrito de la fiscal en las elecciones del 24-M es una cuestión que probablemente sea motivo de debate político durante la próxima semana, pero que no quedará resuelta hasta que se abran las urnas y finalice el recuento de los votos.
También habrá que ver cómo ‘castigan’ los votantes a CpM y PSOE, si consideran que en anteriores elecciones no han hecho pagar suficientemente a ambas formaciones sus supuestos pecados. Mientras que el principal partido de la oposición ha encarado todo el proceso judicial sin mover ficha entre sus filas, quien era su socio en 2008 se presenta sin ningún rastro de sus anteriores dirigentes en su candidatura. Los nombres que manejaban los hilos del PSOE melillense hace siete años, han dado paso a nuevas caras en su cartel electoral. Por el contrario, el cartel cepemista continúa teniendo como principal protagonista a Mustafa Aberchán. En las actuales circunstancias, el líder de CpM tiene a su favor un aspecto importante: Cuenta con un electorado muy fiel que en esta ocasión, si quisiera castigar a su líder, no dispone de alternativas dentro de su espectro político. Ni siquiera tienen la posibilidad de votar al residual PDM en estas elecciones.
Por lo tanto, el principal ‘enemigo’ de CpM será la abstención entre sus afiliados y simpatizantes, un ‘enemigo’ al que también se enfrentará el PSOE, que además tiene a IU, UPyD y Podemos esperando para recoger los votos de los socialistas desencantados.
En cualquier caso, si a alguien beneficia que el ‘caso del voto por correo’ vuelva a la arena política, ése es, sin duda, el PP. Y si hay alguien a quien perjudique, ésos son CpM y PSOE. ¿Hasta qué punto favorecerá a uno y dañará a los otros? La respuesta la daremos los votantes en siete días, cuando emitamos un veredicto que los Justicia no ha sido capaz de dictar en siete años.