El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo ayer en Tánger que los flujos migratorios irregulares hacia España están controlados “gracias al esfuerzo y colaboración de Marruecos (sin el cual) sería imposible controlarlos”.
“Quiero reiterar el agradecimiento ante la magnífica colaboración y el esfuerzo que hacen las autoridades marroquíes en lo que hace referencia al control de esos flujos migratorios irregulares, tanto por vía marítima como terrestre, y de manera particular en el perímetro fronterizo de Ceuta y Melilla. Sin esa colaboración, sería imposible el control de esos flujos”, dijo.
Fernández Díaz, y su homólogo marroquí, Mohamed Hasad, se reunieron cerca de Tánger y reiteraron que la lucha conjunta contra la inmigración irregular se hace “con respeto absoluto a los derechos humanos y de la dignidad de las personas”. En una declaración conjunta en la que no admitieron preguntas, poco antes de cenar juntos en un lujoso hotel de la periferia tangerina, los dos ministros salieron así al paso de las frecuentes críticas recibidas desde ONGs, principalmente españolas, sobre los atropellos que sufren los inmigrantes en ambos lados de la frontera cuando tratan de saltar las vallas de Ceuta y Melilla.
El ministro subrayó que la cooperación entre los dos países en materia policial es “difícilmente superable”. Además, dijo que esta cooperación se ha materializado en los frecuentes desmantelamiento en las dos partes de la frontera de tres redes clandestinas de captación y envío de yihadistas.