El Regimiento de Artillería Ramix 32 cumple con la tradición y recuerda con una parada militar a los héroes del 2 de Mayo
El Regimiento de Artillería sumó ayer a tres nuevos ciudadanos en su lista de Artilleros de Honor. Se trata de Francisco Fernández, Francisca Rodríguez y María Dolores Alonso que no sólo recogieron el pergamino que les acredita con esta distinción, sino que fueron los encargados de disparar los cañones de esta unidad militar. Les entregaron estos galardones en un acto sencillo incluido dentro de la parada militar que todos los años ofrece este regimiento en conmemoración de los soldados y ciudadanos que murieron el 2 de mayo en Madrid defendiendo la independencia de España.
Es una tradición celebrar este desfile en la explanada de los Héroes de España, en la base Alfonso XIII, para recordar a los hombres que dieron su vida ese 2 de mayo en el Parque de Artillería de Monteleón para defender a la Patria. El comandante general de Melilla, Fernando Díaz de Otazu, fue el encargado de presidir este acto acompañado del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y una gran representación de autoridades militares y otros miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado, así como representantes de la vida social de Melilla.
El acto conmemorativo
Tras la formación de las unidades, se incorporó el estandarte y el comandante general pasó revista a las tropas. A continuación, las autoridades fueron las encargadas de imponer diferentes condecoraciones a los militares de este regimiento, como la placa, la encomienda y la cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la cruz del Mérito Militar con distintivo blanco y la cruz de bronce a la constancia en el servicio.
Una vez que también se entregaron los galardones de Artillero de Honor, el capitán Francisco González Caballero ofreció la lectura de los hechos del 2 de Mayo. Explicó que desde 1812 se conmemora este día para recordar las azañas de dos capitanes en concreto, Daoiz y Velarde. Estos dos héroes defendieron el Parque de Artillería de Monteleón y lucharon con bravura contra los franceses. Decenas de ciudadanos también pelearon y entregaron su vida junto a los soldados para proteger la independencia de España. De hecho, narran las crónicas de aquellos años que cuando el teniente Jacinto Ruiz Mendoza, que estaba al cargo, cayó por el fuego francés, una mujer, Benita Pastrana le sustituyó en el cañón. “Nunca un acontencimiento histórico ha plasmado de forma más patente la conjunción de la sociedad con sus Fuerzas Armadas”, aseguró González Caballero en su alocución.
El entonar el himno de los artilleros y ordenarse la retirada del estandarte, los melillenses que asistieron a este acto castrense tuvieron la oportunidad de disfrutar de un desfile de vehículos del regimiento y de las tropas.