El número de parados bajará en Melilla de manera palpable en las próximas semanas. La primera convocatoria de Plan de Empleo de este año dará trabajo a más de medio millar de personas.
Y si los tiempos que maneja el Gobierno local se cumplen, la firma de estos nuevos contratos comenzará en mayo. A este descenso en las listas del paro hay que sumar el provocado por la entrada en funcionamiento del segundo Plan de Inserción, con que se prevé dotar de trabajo a otros dos centenares de desempleados.
Estas medidas (la primera, dotada de 5 millones de euros del Gobierno central que serán gestionados por el Ejecutivo local) conllevarán un importante impacto económico en la ciudad. Sin embargo, como ocurre con esta clase de medidas, su efecto en el tiempo será limitado. Seis meses después, los ahora desempleados volverá a las listas del paro. La inversión económica del Gobierno central conllevará una serie de mejoras en Melilla y servirá para ofertar distintos servicios a la ciudadanía. Sin embargo, no tendrá ningún efecto en el tejido productivo de la ciudad y, por lo tanto, su efectos beneficiosos en el mercado laboral sólo serán temporales.
Melilla, con más de 12.000 parados, no está en condiciones de rechazar estas importantes partidas que llegan desde el Ejecutivo central. Al contario, debe marcarse el objetivo de que sean aún mayores, al menos, durante el tiempo que nuestra ciudad presente una tasa de desempleo tan elevada. Pero el mantenimiento e incremento de estas ayudas no deberían ser los únicos objetivos. Por encima de este dinero, Melilla necesita un plan de inversiones que tenga un efecto real sobre su economía. Nuestra ciudad necesita contar con una base sobre el que construir su prosperidad y hacer que ésta dependa de la iniciativa privada, de la actividad de los emprendedores, con el fin de tener cada vez menos dependencia de los Presupuestos Generales del Estado. De otra manera, las cifras que facilite cada mes el Servicio Público de Empleo Estatal no serán más que una montaña rusa artificial que sólo servirá para evaluar en qué estado de ejecución se encuentran los planes de empleo de turno y cuál es el montante la inversión que en ese momento está haciendo en nuestra ciudad el Ejecutivo central en políticas de empleo.
La recuperación, cada vez más evidente en el conjunto del país, debe materializarse también en Melilla, pero no sólo a base de incrementar las partidas para planes de empleo y otras iniciativas que únicamente reducen el paro de manera artíficial, sólo de modo temporal y sin generar puestos de trabajo reales.