l El Consejo Escolar del Estado hace un reconocimiento al proyecto de este centro con el que se pretende que las familias valoren el trabajo de los maestros
No es fácil que los padres de los alumnos melillenses se impliquen con las actividades de los centros educativos y que tengan un contacto cercano con los maestros de sus hijos. El trabajo, las responsabilidades del hogar y el no dar importancia a la educación son algunos de los factores que separan a las familias de los colegios. Pero hay un centro de la ciudad que está luchando desde hace más de cuatro años para lograr que esa brecha entre padres y profesores no sea tan grande. Se trata del colegio Hipódromo. Con un proyecto cargado de actividades está consiguiendo echarse al bolsillo a las familias y además, está logrando el reconocimiento por parte de instituciones nacionales.
La Asociación de Madres y Padres de Alumnos de este centro educativo ha conseguido que su proyecto esté entre los seleccionados por el Consejo Escolar del Estado para formar parte de una exposición sobre ‘Las relaciones entre familia y centro educativo: Ejemplo de buenas prácticas’. El director del centro, Juan Montañez, explicó a El Faro que participarán en la muestra que se celebrara del 16 al 18 de este mes y allí conocerán si, además de este reconocimiento, obtendrán algún premio más.
No rendirse
¿Qué hace especial a esta iniciativa? Pues muchas actividades de las que podrían tomar nota otros colegios de la ciudad para acercar a los padres a los centros. Montañez aseveró que el secreto de este proyecto es no rendirse. Aseguró que hay años donde la participación de las familias es muy escasa, pero nunca han dejado de organizar talleres junto con los padres porque, afirmó, es la única forma de conseguir esta relación más directa.
El proyecto del colegio Hipódromo se llama ‘Implicolaboración familiar: Un ecosistema educativo necesario’. Bajo este título hay multitud de iniciativas, como la Escuela de Padres. Actualmente hay unas doce madres mejorando su castellano, de forma que cuando terminen el curso de alfabetización, podrán echar una mano a sus hijos en las actividades que hacen en casa.
También organizan los talleres de extraescolares y los de verano. Desde hace cuatro años hay clases de juegos para los niños de Infantil y refuerzo de Lengua para los de Primaria en horario de tarde. En estas tareas colaboran algunas familias. También lo hacen en las de verano, solo que el pasado año el colegio Hipódromo no pudo emprender estos cursos porque no contó con ningún tipo de ayuda.
Las convivencias son otras de las iniciativas que emprende el colegio y la AMPA. Cuando hay alguna festividad, se reúnen en el patio y comparten un rato de charla entre maestros, alumnos y padres.
Pero sin duda, uno de los proyectos más curiosos de este centro es que las familias puedan ir a las clases a echar una mano a los maestros. Los profesores organizan la actividad y la ponen en marcha con los padres. De esta forma, las familias se dan cuenta de la labor de los docentes y ven el contexto en el que trabajan a diario.
Asimismo, los alumnos más mayores del centro colaboran en este proyecto. Son ‘padrinos’ o ‘madrinas’ de los escolares de primero y segundo de Primaria. En horario de recreo, los voluntarios echan una mano con los refuerzos de lectura de los más pequeños.
¿Cuáles son los beneficios de los escolares? Pues el director del Hipódromo asevera que cuanto mayor es la implicación de la familia en la educación de su hijo, mejores resultados obtiene éste.