La asociación informó a los asistentes sobre sus actividades destinadas a jóvenes y acerca de las complicaciones y necesidades de los afectados.
Con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, la asociación Trastorno del Espectro Autista Melilla Avanza (TEAMA) organizó ayer un rastrillo solidario en la plaza de las Culturas. El objetivo de esta actividad fue doble, ya que, por un lado, pretendían recaudar fondos para la asociación, que se financia prácticamente con la cuota de socios y ha recibido subvenciones sólo para proyectos concretos, y por otro lado, los integrantes de la organización buscaban concienciar e informar acerca de las dificultades que sufren los jóvenes con este trastorno y acerca de las actividades que realizan para mejorar su calidad de vida. El evento de ayer duró desde las 11:30 horas hasta las 19:00 horas, y contó con la lectura de un manifiesto y un acto de suelta de globos azules, color oficial de esta jornada mundial establecida por las Naciones Unidas.
Susana Morillo, presidenta de TEAMA, aseguró a El Faro que había decidido salir a la calle pese a las fechas y a las nubes que amenazaban con lluvia porque “el autismo no entiende de Semana Santa ni de mal tiempo” y que el objetivo principal de la actividad era concienciar. “La gente se interesa y lo importante es colaborar”, comentó Morillo, que añadió que, entre las cosas que explicaron a los que se acercaron al stand fue que una de las mayores dificultades que viven los jóvenes con este trastorno es que no tienen rasgos que denoten esos comportamientos, por lo que muchas veces los que lo sufren “pasan por maleducados”.
Asimismo, la presidenta aseguró que otro de los objetivos por los que lucha su asociación es por integrar a los jóvenes dentro de la educación regular de los colegios e institutos de la ciudad, siendo apoyados por cuidadores especiales. Además, comenta que actualmente no reciben una subvención directa de la Ciudad Autónoma, como ya solicitaron, sino que se les financió varias actividades, concretamente la Escuela de padres y un campamento. Morillo explica que los afectados con este trastorno necesitan un tratamiento crónico “que no cubre nadie en la ciudad”, puesto que es privado a partir de los 6 años, cuando termina el programa de Atención temprana del Imserso. Asimismo, la presidenta explica que los padres pueden llegar a pagar hasta 300 euros de cuota para cubrir las necesidades de sus hijos, puesto que muchos necesitan el apoyo de fiseoterapeutas, logopedas, pedagogos y psicólogos, y que gracias a la asociación estos costes son menores para los progenitores. Con una ayuda de entre 120.000 y 130.000 euros al año podrían respirar y tendrían más margen para organizar sus actividades.
Manifiesto
En el manifiesto leído ayer por la presidenta de TEAMA, la asociación aseguró que el autismo “es un trastorno común que afecta a una de cada 150 personas”, aunque a pesar de ello, los que lo padecen “experimentan muchas barreras en su vida cotidiana como la falta de acceso a un diagnóstico preciso, terapias adecuadas, educación, empleo e integración social”. Asimismo, aseguró que “reconocer los primeros signos de alerta es fundamental” para trabajar con un enfoque psicopedagógico con las personas que tienen autismo, haciendo especial hincapié en las áreas con más dificultades.
Morillo también hizo referencia a la integración en los centros de educación. “Incluir a niños y niñas con autismo en las escuelas regulares supone hacer consciente a la sociedad de la existencia de realidades diferentes que enriquecen a nuestras vidas”, afirmó la presidenta de TEAMA, que añadió la necesidad de “fomentar el área del empleo como la vía de inclusión social principal para las personas adultas con autismo”, puesto que “los últimos estudios europeos señalan que entre el 76% y el 90% de las personas adultas con autismo no tienen empleo”. Por este motivo, la ONU declaró el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo hace ocho años, para “sensibilizar sobre un trastorno que año tras año afecta a más personas”.