La defensa alega que la joven no tiene la pericia suficiente al volante para maniobrar con la precisión necesaria para intentar sacar de la calzada al vehículo en el que viajaba su ex pareja.
Una joven melillense, su ex novio y su ex suegra se sentaron ayer en el banquillo de los acusados. La primera está acusada de provocar un accidente de tráfico en el que resultaron heridos su ex pareja y la madre de ésta, que viajaba con él. Ella acusa a estos dos últimos de ser los causantes del choque que se produjo entre ambos vehículos hace cuatro años. La titular del Juzgado de lo Penal 2 deberá ahora resolver quién dice la verdad tras escuchar a los acusados, un guardia civil fuera de servicio que presenció los hechos a pocos metros, a los policías y peritos.
Los hechos ocurrieron en septiembre de 2011. Los tres acusados conducían sus respectivos vehículos cuando se encontraron “fortuitamente”. Al reconocerse entre sí y dada la mala relación existente entre los jóvenes tras finalizar su noviazgo, se inició una peligrosa conducción que finalizó con una colisión. Según asegura el ex novio, la joven dispuso su coche en paralelo al suyo e intentó echarle de la calzada de una embestida. Al no conseguirlo, la mujer adelantó al vehículo y frenó de golpe, provocando así que el coche de su ex pareja impactara contra el suyo.
La versión de la joven acusada es sustancialmente diferente. Asegura que fue su ex pareja el que intencionadamente la embistió por detrás provocando daños en su vehículos y diversas lesiones.
El Ministerio Fiscal sostuvo que la acusada fue la causante del siniestro a tenor de la declaración de un guardia civil fuera de servicio que presenció los hechos y así los relató ante la juez. Por ello, solicita una condena por un delito de lesiones más de un año de prisión.
La acusación particular, además, quiere una condena para la joven por un delito de daños.
Sin embargo, la abogada defensora sostuvo que su cliente, dada su juventud entonces, 25 años, no tenía la pericia suficiente al volante como para maniobrar de tal manera y provocar la colisión. A esto se añade el hecho de que el siniestro se produjo en una zona cercana a la salida de varios colegios, por lo que el intenso tráfico habitual en esta hora punta no permitía adoptar la velocidad necesaria como para conseguir echar a un vehículo fuera de la calzada.
La letrada defendió que los hechos ocurrieron justamente al contrario y, por ello, pide una condena para el ex novio de la joven por un delito de lesiones y otros de daños.
En el último turno de palabra, antes de dejar visto para sentencia el juicio, la joven acusada insistió en su versión de los hechos, mientras que su ex pareja expresó su deseo de pasar página a este asunto por el sufrimiento que éste ha causado a su familia.