La asociación apunta que es una estructura sin sujeción al suelo y objetivo de pedradas.
La Guardia Civil de Melilla estrenó la semana pasada una nueva garita de vigilancia, en concreto en la cuesta de la Florentina, un punto por donde los menores extranjeros no acompañados (menas) suelen entrar en el espaldón del puerto comercial, zona en la que se ocultan mientras aguardan una oportunidad de colarse en los barcos que zarpan rumbo a la península. La instalación de la garita tiene por objetivo controlar e interceptar a estos niños para evitar que accedan como polizones a los buques. Sin embargo, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de nuestra ciudad considera que la estructura presenta muchas deficiencias, algunas de las cuales incluso ponen en riesgo la integridad física de los agentes.
En este sentido, fuentes de la organización manifestaron en la jornada de ayer a El Faro que la ubicación de la garita es, sencillamente, errónea, pues para acceder a la escollera no es necesario subir por la cuesta de la Florentina. Así, explicaron que muchos de los menas llegan al espaldón a través de los cortados de Melilla La Vieja, es decir, justo a la espalda del nuevo módulo de vigilancia. De este modo, se crea un punto ciego que los agentes no pueden controlar y por el que los niños siguen llegando a la escollera sin problemas.
Piedras y botellas
Por otro lado, la asociación subrayó que existe el riesgo de que los menores lancen objetos contra la garita, como ha ocurrido durante la última semana. Los menas arrojan desde las murallas del casco antiguo todo lo que tienen a mano, desde piedras hasta botellas con aguafuerte y bolas de plomo que estallan al impactar contra el suelo. Hay que tener en cuenta que la estructura es de chapa, por lo que la AUGC teme que en algún momento pueda hundirse si lanzan contra ella un objeto lo suficientemente pesado.
A todo esto hay que sumar que la nueva estructura es un simple módulo que no está anclado al suelo. “En cuanto haya un temporal de viento y lluvia, viene una ola y lo tumba”, advirtieron las fuentes de la AUGC. “Es un peligro para los guardias civiles”. En la misma línea, señalaron que el módulo no tiene instalación eléctrica alguna, por lo que auguraron que el calor será asfixiante durante los meses de verano al no haber posibilidad de instalar actualmente aire acondicionado ni ventiladores. “La garita está en un punto donde pega el sol desde el amanecer hasta el anochecer”, lamentaron.
En su opinión, la instalación de esta estructura es un “simple parche” de cara a “satisfacer a la opinión pública” y dar la sensación de que se está paliando el problema de los menas. “Es un lavado de imagen. La garita no sirve para nada en absoluto. Los menas siguen entrando y saliendo del espaldón como y cuando quieren ”, apuntillaron.
Al Congreso
Asimismo, las fuentes de la AUGC informaron de que la semana pasada se reunieron con el diputado socialista en el Congreso José Martínez Olmos, que visitó nuestra ciudad hace cinco días, para pedirle que plantee en la Cámara Baja una pregunta sobre el estado en el que se encuentran las garitas y las medidas que piensa tomar el Gobierno para mejorarlas.
En este sentido, señalaron que otros puntos de vigilancia, como la garita del Museo Militar, también presentan serias deficiencias. En el caso concreto de ésta, explicaron que se inauguró hace dos años y todavía no cuenta con energía eléctrica. “Antes teníamos un alargador de 50 metros que conectábamos con el cuarto de baño del museo, pero tuvimos que quitarlo porque nos dijeron que degradaba la imagen del lugar”, subrayaron.