El Ministerio de Fomento ha adjudicado el nuevo contrato de navegación marítima a Acciona Trasmediterránea, según afirmó ayer el presidente Juan José Imbroda.
La actual concesionaria del servicio continuará prestándolo durante, al menos, los próximos dos años. El principal cambio, que esperamos ver todos los melillenses, es en la calidad del servicio. El nuevo pliego obliga a unos mínimos muy superiores a los que ahora son habituales en los barcos de Trasmediterránea. A comienzos de mayo, la mejora deberá ser perceptible, como actualmente es muy clara la diferencia entre la calidad que ofrece la naviera canaria Armas y la actual adjudicataria del contrato de navegación marítima. Las explicaciones en relación a la gran rebaja efectuada por Trasmediterránea sobre el presupuesto inicial de licitación han convencido a los técnicos del Ministerio, lo que ha servido para que esta naviera se adjudique el contrato. Pero aún sigue habiendo una pregunta sin respuesta en relación a la adjudicación de este servicio. ¿Qué causas llevaron a las navieras y en especial a Trasmediterránea a no presentar ofertas en los dos anteriores concursos, sobre todo cuando el contrato se ha adjudicado por un precio inferior al contemplado en la primera cita? Lo que entonces era imposible porque, al parecer, las cuentas no les salían a las compañías, va a ser una realidad a partir del próximo mes de mayo. De lo que no hay ninguna duda es de que cada vez falta menos para que buques como Las Palmas de Gran Canaria realicen su última travesía entre Melilla y la península. Difícilmente lo que está por venir puede ser peor que lo que tenemos en la actualidad. La duda es si el nuevo contrato y Trasmediterránea cumplirán con las expectativas que tenemos todos los melillenses. Veremos si la espera, que por distintas circunstancias se ha prolongado durante dos años, finalmente ha merecido la pena. Sí es así, la península y Melilla estarán un poco más cerca, tanto para quienes residimos en esta ciudad del norte de África como para quienes ahora pueden ver en estos poco más de doce kilómetros cuadrados más posibilidades de negocio o de inversión gracias a la mejora y el abaratamiento del transporte.