“Precisamente porque quieromantener las magníficas relaciones con el reino de Marruecos no voy a interferir en nada que afecte a la soberanía de Marruecos”. Ésa fue la respuesta del ministro del Interior, Jorge Fernádez Díaz, a la pregunta de los periodistas sobre qué iba a hacer España, a tenor de sus buenas relaciones con el país vecino, para aclarar las circunstancias de la muerte de dos jóvenes melillenses, Emin y Pisly, que fallecieron en octubre de 2013 a consecuencia de los disparos efectuados por agentes de la Marina Real marroquí.
Los padres de los dos jóvenes llevan 17 meses pidiendo al Gobierno de nuestro país una respuesta sobre en qué estado se encuentra la investigación sobre este caso que supuestamente se está llevando a cabo en Marruecos. Sin embargo, por el momento no han obtenido ninguna respuesta.
La semana pasada los progenitores de Emin y Pisly solicitaron un encuentro con el ministro de Justicia, Rafael Catalá, aprovechando la visita de éste a nuestra ciudad. La reunión no fue posible por la “apretada agenda” del ministro. Ayer, el titular de la cartera de Interior tampoco quiso hacer ninguna declaración al respecto.
El último miembro del Gobierno que habló de este asunto fue el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, que dijo en el Congreso, en respuesta a una pregunta formulada por el PSOE, que el Ministerio tenía un contacto continuo con los familiares de los dos jóvenes. Sin embargo, los padres de Emin y Pisly han afirmado en más de una ocasión que nadie ha hablado con ellos sobre la muerte de sus hijos desde diciembre de 2013.