Conesa apunta que la recuperación económica permitiría el reintegro del dinero a los funcionarios a lo largo del presente año.
La Ciudad Autónoma quiere que el Ejecutivo central abone a lo largo del presente ejercicio el resto de la paga extraordinaria de Navidad de los funcionarios del año 2012. El Consejo de Gobierno acordó ayer ponerse en contacto con la Administración del Estado para transmitirle esta petición de manera formal.
Así lo anunció en la jornada de ayer el portavoz del Gobierno melillense, Daniel Conesa, ante los medios de comunicación. En este sentido, recordó que los empleados públicos de nuestra ciudad recibieron en su nómina de enero el 25% de la paga extraordinaria que no cobraron en diciembre del 2012, medida que adoptó en aquel entonces el Ejecutivo de Mariano Rajoy para potenciar la reactivación económica.
Conesa consideró que en estos momentos se podría comenzar a devolver el 75% de paga extraordinaria que resta, habida cuenta de que lo peor de la crisis ha pasado y el país se encuentra en plena consolidación económica. Por ello, pidió al Gobierno de la nación que “reflexiones profundamente” sobre esta cuestión.
Asimismo, Conesa explicó que esta petición de la Ciudad Autónoma va dirigida a los funcionarios de la administración local y de todas las estatales que desarrollan su labor en Melilla. “Esperemos que el Ejecutivo central instrumente lo que sea necesario para que esta medida se lleve a efecto”, abundó el portavoz.
El Consejo de Gobierno acordó en el día de ayer la redacción de un escrito dirigido al Ejecutivo, el cual estará acabado y listo para ser enviado en los próximos días. Además, Conesa recordó que la administración local no puede proceder a la devolución de la paga extraordinaria por sus propios medios, de igual modo que el techo de gasto público impide aumentar el Presupuesto General de la Ciudad Autónoma (PGCAM) por encima de cierta cantidad económica.
Reactivación económica
Hay que recordar que la retirada de la paga extraordinaria de Navidad de los funcionarios en el año 2012 supuso un auténtico varapalo económico para Melilla, pues los empleados públicos son una parte fundamental del consumo local y pieza vital para sectores como el comercio y la hostelería.
Para colmo de males, el recorte se produjo en plenas fiestas navideñas, por lo que el consumo decayó notablemente. De hecho, hosteleros y comerciantes las calificaron de ‘navidades negras’. Ahora, el Gobierno melillense espera que el Estado abone lo que resta por devolver de esta paga extraordinaria.