Guerra afirma que la reforma legal de la Policía Nacional impulsada por el Gobierno recorta derechos sociales.
El coordinador territorial de UPyD en Melilla, Emilio Guerra, se hizo eco ayer de las declaraciones realizadas por la líder upedista Rosa Díez en Madrid, quien advirtió al Gobierno que “la máxima politización de la Policía es muy preocupante porque es malo para la seguridad de todos”, además de perjudicar a los propios agentes. Díez le pidió al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que no “gaste” dinero en “cambiar el nombre de la Policía” y sí contrate a más agentes y guardias civiles. “Ya sabemos que es la Policía de la democracia y no la del franquismo”, aseveró Díez.
Por su parte, Guerra se sumó a las críticas de la líder upedista, quien dijo, por una parte, que es necesario “limitar los puestos de libre designación que existen actualmente el Cuerpo Nacional de Policía” y, además, criticó el proyecto de Ley Orgánica que ha presentado el Gobierno para regular el régimen de personal de la Policía Nacional. Éste supondrá “un retroceso en los derechos sociales de los agentes”, afirmó Guerra.
Guardia civil en Alcalá Meco
Por otra parte, la diputada de UPyD Rosa Díez criticó la “desproporción” de la pena impuesta a un guardia civil destinado en Archena y residente en Cieza, que hace unas semanas ingresó en la prisión madrileña de Alcalá Meco para cumplir una pena de cuatro meses por la comisión de un delito de insulto a un superior.
Díez, que visitó el pasado jueves al guardia civil, consideró que la pena impuesta a este agente es “injusta y anacrónica”, ya que “no se puede aceptar que un insulto sea considerado un delito por el mero hecho de que quien lo pronuncie sea un ciudadano que lleva uniforme verde”.
En opinión de Díez, la pena de privación de libertad es “absolutamente inaceptable” y lamentó que el código castrense aplicado cuando un guardia civil no esté desarrollando funciones que afecten a la seguridad pública constituye una restricción de los derechos cívicos proclamados por la Constitución para todos los españoles, “lleven uniforme o no”. “Es una vergüenza que haya tantos delincuentes de cuello blanco por las calles y que a un uniformado verde se le prive de libertad por una falta de respeto con un superior. La desproporción de la falta y la condena es brutal”, zanjó.