Los proveedores podrán comprobar el estado de los recibos de manera pormenorizada.
Los proveedores de la Ciudad Autónoma pueden presentar desde el pasado 15 de enero sus facturas por vía electrónica, un trámite que, además de ahorrar papel, supone “flexibilizar y reducir” los trámites para llevar a cabo los pagos, según afirmó ayer en rueda de prensa Daniel Conesa, consejero de Economía, quien compareció ante los medios de comunicación acompañado por el director de la Sociedad de la Información, Pablo Martínez.
Conesa se mostró consciente de que, a nivel técnico, la eliminación de los recibos en papel y su sustitución por medios telemáticos puede resultar “complicada”, tanto para la administración pública como para las empresas. Por ello, apuntó que en los primeros días de funcionamiento de este sistema se esperan alguno problemas, principalmente derivados de la “falta de orientación” por parte de los más novatos en estas lides.
Para el consejero, se trata de un método “cuasi revolucionario” que permitirá a los empresarios llevar a cabo un seguimiento pormenorizado de sus facturas y del estado concreto en el que se encuentra su tramitación.
En este sentido, Conesa explicó que para presentar los recibos por esta vía es necesario descargar las aplicaciones informáticas y los formatos necesarios del ‘Portal FACe’, en la web www.administracionelectronica.gob.es, donde los interesados pueden encontrar todo lo necesario para la gestión de sus recibos.
En resumidas cuentas, las empresas que presten servicios o suministren bienes a la administración pública, bien sea a la Ciudad Autónoma o a cualquier otra, deben acceder a esta web y buscar en un directorio a la institución que debe pagar el recibo en cuestión. En el caso concreto de Melilla, se ha dividido a la Ciudad en distintas consejerías y dentro de éstas hay subgrupos con las correspondientes direcciones generales.
Una vez registrada la factura, pasa por un “circuito de firmas digitales”, que va desde el funcionario hasta el responsable de cada área de Gobierno. “En caso de que me encuentre fuera de la ciudad, en viaje oficial, podré rubricar recibos desde mi tableta”, subrayó Conesa para poner un ejemplo sobre la utilidad de este sistema.
Eso sí, admitió que al principio puede surgir “complejidades” por ambas partes, pero se mostró convencido de que los problemas que vayan surgiendo serán solventados en el menor tiempo posible.
Por otro lado, explicó que en el caso de las facturas por un importe inferior a los 5.000 euros podrán seguir presentándose en papel, como hasta ahora. Eso sí, una vez tramitadas serán incluidas en el sistema electrónico, para contar con un registro detallado. Conesa subrayó que con esta medida se dan ciertas facilidades de adaptación a las pymes, que son las que generalmente presentan recibos por menor valor económico.
Por último, recordó que Melilla se ha adherido al sistema nacional para la tramitación de facturas por vía electrónica. “Se trata de un gran paso de cara al futuro y que supondrá la eliminación paulatina de los recibos en papel”, concluyó.
Tiempos de pago
La intención de la Ciudad Autónoma es que, gracias a las facturas electrónicas, se pueda rebajar aún más el plazo de pago a proveedores, que actualmente es de unos 45 días, uno de los más bajos de España, según Conesa.
Cuando el sistema esté funcionando a pleno rendimiento, la Ciudad podría entrar en la “media de plazo negativa”, es decir, por debajo de los treinta días.
“Es un objetivo ambicioso, pero considero que con esta nueva herramienta se puede conseguir. Algunas áreas de la Ciudad, como es el caso de Promesa e Inmusa, ya pagan sus recibos en menos de un mes”, concluyó el consejero.