Empieza la cuenta atrás para el ‘examen final’. Los estudiantes están a punto de volver a las aulas tras las vacaciones de Navidad.
También lo harán otros ‘opositores’ que están llamados a ‘examinarse’ este año. Unos, los cargos de la administración local, acudirán a su periódica cita con las urnas el próximo 24 de mayo. Sus compañeros de la administración central dispondrán de unos meses más de tiempo para rendir cuentas ante los votantes. José Manuel Calzado y Francisco Robles tienen, al menos, once meses por delante para materializar alguno de los muchos proyectos y promesas con los que llegó el PP a La Moncloa. Este periodo entre enero y noviembre será trascendental tanto para el director provincial de Educación como para el director territorial del Ingesa. De las gestiones que realicen en este tiempo dependen que ambos pasean a la memoria colectiva de los melillenses como los responsables de proyectos incumplidos y obras paralizadas o que sus nombres se asocien a la puesta en funcionamiento de alguna de las infraestructuras que los ciudadanos llevamos años esperando. La empresa para el máximo responsable de la sanidad pública en Melilla es casi imposible en lo referente al Hospital Universitario. No será Francisco Robles quien esté presente en su inauguración, al menos, en esta legislatura. Si el Partido Popular vuelve a ganar las elecciones (una probabilidad con bastantes posibilidades) y en el Ministerio de Sanidad vuelven a depositar la confianza en Francisco Robles (?), éste tendrá otros cuatro años por delante para concluir ese proyecto, si primero consigue volver a poner en marcha las obras.
José Manuel Calzado no tiene tan difícil asistir a alguna inauguración antes de que concluya la legislatura. Si presta la debida atención a los trabajos de remodelación en el Mercado Central y no se retrasa la llegada del equipamiento, al inicio del próximo curso escolar podría acompañar al ministro de turno, que tal vez siga siendo José Ignacio Wert, a la inauguración de la Escuela de Idiomas, el Conservatorio Profesional de Música y la Escuela de Adultos. Sin embargo, el verdadero examen al que se someterá José Manuel Calzado, el que dirá si ha aprobado en su gestión, será el mismo que realizarán nuestros estudiantes a final de curso. El porcentaje de aprobados y las notas medias en cada uno de los niveles educativos en relación al resto de regiones de nuestro país dirán si el trabajo del director provincial de Educación ha servido para algo o continuamos alejándonos de la media nacional. Los apoyos extraescolares deben empezar a dar resultados para justificar el esfuerzo económico que está haciendo la administración local aportando recursos para apoyar financieramente unas competencias que corresponden exclusivamente al Ministerio del Educación.
El año que acabamos de empezar es una cuenta atrás para Francisco Robles y José Manuel Calzado. El tiempo que resta hasta el final de la legislatura servirá para poner un broche de oro a su gestión o para rubricar su suspenso. El resultado del trabajo de ambos será responsable en gran medida de la nota que los votantes pongamos en nuestra ciudad a los cuatro años de Gobierno de Mariano Rajoy.