Los datos del paro referidos al último mes del año que acabamos de dejar atrás no puede ser considerados como positivos. El balance final indica que Melilla empieza 2015 con 489 desempleados más que al comenzar 2014.
Además, la cifra total (12.685 trabajadores desocupados) es muy elevada para una ciudad como la nuestra, con unas 85.000 personas censadas. La tasa de desempleo que soportan la población melillense en edad de trabajar continúa siendo una de las más elevadas del país.
Sin embargo, los datos parecen indicar un cambio de tendencia, sobre todo si se observan los referidos al conjunto del país. En nuestra ciudad, el nivel de desempleo se ha mantenido oscilante en los últimos cuatro meses. Una vez concluidas las vacaciones de verano, en septiembre, descendió considerablemente. El resultado final fue que más de 200 trabajadores encontraron empleo en ese mes. Al acabar octubre, lo habían perdido 78 y al concluir noviembre había 23 parados menos en el listado de trabajadores desocupados. Ahora, en diciembre, el descenso es de 642 desempleados, insuficiente para que el resultado final de 2014 sea positivo, pero esperanzador si tenemos en cuenta, en primer lugar, que el resto de regiones ha experimentado un descenso generalizado del paro en diciembre y todas ellas empiezan 2015 con menos parados que el año anterior. En segundo lugar, hay que recordar los problemas que hubo con los últimos planes de empleo de la Delegación del Gobierno y los retrasos que sufrió el primer Plan de Inserción Laboral de la Ciudad. Sin el error en la Dirección Provincial del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), hoy el número de contratados en sucesivas convocatorias sería mayor. Y aún serían más si los planes no se hubieran seccionado.
Por otra parte, sin las dificultades que tuvieron que solventar los técnicos de la Consejería de Economía y Hacienda, quizá hoy también estaría en marcha el segundo Plan de Inserción.
En las próximas semanas esas contrataciones irán siendo una realidad. Probablemente dentro de un mes, cuando conozcamos los datos de enero, el panorama laboral en nuestra ciudad sea más optimista. Sin embargo, no hay que olvidar que este tipo de empleos, de gran importancia para muchas familias melillenses, tienen un carácter ‘artificial’. No surgen de las necesidades de la economía real, sino de partidas estatales o autonómicas que tienen como único fin reducir el número de parados. Por ello, el resultado final de 2014 no resulta tan importante. Lo trascendente es el aparente cambio de ciclo en España, que ha sido evidente en el comportamiento de los consumidores durante estas navidades. Sin embargo, la nueva tendencia debe confirmarse en citas como la que empieza hoy mismo con la temporada de rebajas. El nivel de confianza de los ciudadanos en la situación de nuestro país y sus expectativas más inmediatas determinarán si lo vivido en este final de año ha sido sólo un espejismo o si por fin empezamos a ver la crisis por el espejo retrovisor.