Los Bomberos liberaron a dos, que tenían síntomas de asfixia y los sanitarios tuvieron que reanimarlos
La Guardia Civil rescató ayer en el puerto de Melilla a siete menores extranjeros que pretendían llegar a la península escondidos en una batea (remolque) de transporte de chatarra. Dos de los menores estaban atrapados y con síntomas de asfixia.
La Delegación del Gobierno informó ayer de que sobre las 11:15 horas la Guardia Civil detectó a los menores en el control rutinario que realiza de los contenedores y bateas preparados para embarcar en los buques de carga del puerto.
La operación, que suele realizarse a diario, busca localizar potenciales polizones, como los siete menores que encontraron ayer, todos ellos de origen magrebí.
Dos casi asfixiados
Cinco de ellos salieron por sí solos de entre la chatarra y presentaban buen estado físico, pero otros dos se quedaron atrapados entre los hierros y para sacarlos de la batea la Benemérita tuvo que llamar a los Bomberos que consiguieron liberarlos.
Los dos menores presentaban síntomas de asfixia, por lo que tuvieron que ser reanimados por los servicios sanitarios desplazados hasta el muelle comercial a petición de la Guardia Civil.
De estos dos menores, uno ha sido trasladado al Hospital Comarcal porque presentaba una lesión no grave en la rodilla y está pendiente de evaluación.
El rescate se complicó porque los menores auxiliados sostenían que había un octavo escondido, motivo por el que los bomberos procedieron a rastrear todas las bateas con chatarra hasta descartar por completo que efectivamente hubiese alguien más atrapado.
Más 6.746 personas
La Delegación del Gobierno ha destacó que actuaciones como ésta, protagonizadas en las inmediaciones del puerto comercial por menores extranjeros no acompañados, principalmente de origen marroquí, suponen “otro frente de actuación diario para la Guardia Civil” en su lucha contra la inmigración irregular.
En su mayoría, se trata de adolescentes que suelen escaparse de los centros dependientes de la Ciudad donde se encuentran acogidos, con el fin de alcanzar la península escondidos como polizones en contenedores y bateas dedicadas al transporte de mercancías.
Éste es el caso de los siete que fueron rescatados ayer y que “afortunadamente, han podido ser detectados y auxiliados a tiempo por los agentes de la Benemérita, dado el estado de ‘semiasfixia’ que presentaban dos de ellos”, resaltó en un comunicado la Delegación del Gobierno.
Asimismo, recordó que en otras ocasiones, la Guardia Civil ha rescatado a menores de bateas con cemento u otros contenidos altamente tóxicos o peligrosos, como el caso de la chatarra entre la que quisieron camuflarse los siete rescatados ayer.
La Guardia Civil ha detectado o rescatado a lo largo de este año a 6.746 inmigrantes magrebíes en las escolleras del puerto, muelle comercial e interior de bateas con intención de llegar a Europa como polizones, de los cuáles 3.327 son menores de edad y 3.419 adultos.
Centros de acogida
El pasado miércoles la dirección de La Purísima, centro de acogida de menores extranjeros no acompañados, informó de que se había puesto en marcha de un programa educativo específico para los menas que se escapan del centro y prefieren estar en las escolleras para poder colarse en los barcos que van a la península. Así, explicó que la Asociación Evolutio desarrolla el proyecto ‘Assdaka’ .
La Dirección del centro destacó que es “una labor difícil” que estos menores se puedan integrar porque su única motivación es llegar a la península. Afirmó que el objetivo es que estos menores se integren “como lo hacen la mayoría” de los niños y jóvenes en las actividades de La Purísima. Además, aseveró que las continuas altas y bajas de estos menores en el centro “conlleva un trastorno considerable para la labor de los profesionales del centro y de las autoridades implicadas”.