Afirman que un sindicalista les pidió 45 euros por persona por manifestarse en Rabat.
Un grupo de trabajadores transfronterizos denunció ayer “el abuso y la manipulación” a la que han sido sometidos por parte de Comisiones Obreras (CCOO), sindicato que, según ellos, les prometió una serie de beneficios laborales que nunca llegaron a producirse”. Uno de los portavoces de estos trabajadores, Habrih Mulud, ofreció ayer una rueda de prensa en la sede de la Unión General de Trabajadores (UGT), aunque negó tener relación alguna con esta organización sindical.
En su intervención a los medios de comunicación denunció, a través de la lectura de un manifiesto, que CCOO celebró “asambleas falsas” y les utilizó en concentraciones y protestas que no tenían nada que ver con sus intereses laborales. “Nos llamaban para hacer bulto”, aseguró. De igual modo, afirmó que a muchos trabajadores se los llevaron a Rabat, capital de Marruecos, y se les pidió que pagaran 45 euros por cabeza por protestar delante del Ministerio del Exterior del país vecino en viernes, día en el que la administración pública alauí está cerrada por ser día de rezo, según el portavoz de los transfronterizos.
Así, pidieron a CCOO que tome cartas en el asunto y haga dimitir de su cargo a los responsables sindicales que “manipularon y engañaron a los trabajadores”. Además, afirmó que los transfronterizos están dispuestos a manifestarse frente a la sede de CCOO. “Después de dos años de promesas no hemos obtenido ni el más mínimo resultado por parte del autoproclamado representante de nuestro colectivo en CCOO”, apuntilló Mulud. “Todo lo contrario, estamos mucho peor que antes”.
Mulud insistió en que no guardaba relación alguna con UGT, pese a que la convocatoria para la rueda de prensa de ayer fue enviada desde una dirección de email de este sindicato y la misma se ofreció en la sede los ugetistas.
Además, Mulud reseñó que “no tenía nada en contra de CCOO”, sino de la persona de este sindicato que ha “traicionado” a los transfronterizos
Al margen de esta crítica, el portavoz del colectivo denunció la “discriminación” que sufren en España por el difícil acceso a los permisos de trabajo y por no tener derecho a cobrar el desempleo pese a que se les detrae el 25% de sus nóminas para este subsidio.
Así pues, señalaron que es esencial simplificar la gestión para obtener el permiso necesario para trabajar en España, habida cuenta de que hay que realizar trámites tanto en nuestro país como en Marruecos. Además, explicaron que este permiso tenía anteriormente validez por un periodo de cinco años, mientras que ahora es solamente de uno. A todo esto hay que sumar el pago de 415 euros por las pertinentes tasas.
Para colmo de males de estos trabajadores, a partir del año 1997 se les empezó a aplicar una retención del 25% en sus nóminas a pesar de que no tienen derecho a cobrar el subsidio por ser extranjeros. “Cuando nos hemos visto sin trabajo y hemos ido al paro, nos han dicho que no tenemos derecho a cobrar nada porque somos extranjeros”, señalaron.
“No sé por qué los políticos de Melilla nos discriminan de esta manera, somos trabajadores y humanos. Los requisitos que exigen en España a los empleados extranjeros no existen en ningún país del mundo, ni siquiera en los tercermundistas”, apuntilló Mulud.
Por último, señaló, que estas exigencias dificultan la contratación, lo que ha hecho que el número de trabajadores transfronterizos que hay en Melilla haya bajado más de la mitad en los últimos años