Cuatro sentencias de la Audiencia Nacional equiparan a los activistas de redes terroristas islámicas con quienes participan directamente en la lucha armada.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, defiende hoy en Washington (EEUU) que se regule como delito el adoctrinamiento y captación pasivos de voluntarios yihadistas a través de Internet, mientras que en la Audiencia Nacional arranca un nuevo juicio contra un ciudadano acusado de enaltecimiento del terrorismo, tras difundir más de 30 vídeos violentos ensalzando la figura de Bin Laden. España es pionera en condenar el yihadismo en Internet. Sólo en 2013 la Audiencia Nacional dictó cuatro sentencias condenatorias por delitos de colaboración con organización terrorista o enaltecimiento del terrorismo. En todos los casos, éstos se cometieron a través de las redes sociales.
Así lo recoge y destaca el fiscal general del Estado, Eduardo Torres–Dulce, en la Memoria del organismo correspondiente a 2013 publicada esta semana. Una de las sentencias más llamativas es en la que la Audiencia Nacional considera como organización terrorista a la Red Ansar Al Mujahidin (RAAM). Esta red opera casi exclusivamente a través de Internet.
Las sentencias, ejemplares
Pues bien en la sentencia de 2 de julio de 2013, el tribunal de la Sección 1º de la Sala de lo Penal se declara como organización terrorista a esta plataforma virtual, de tal manera que “los activistas de la RAAM son equiparados a los que participan directamente en la lucha armada”, destaca el fiscal general del Estado.
La RAAM desarrolla sus actividades de propaganda, financiación y apoyo operativo de acciones violentas a través de Internet. “Esta organización persigue que Internet sea una base operativa, según y polivalente, en apoyo de todos los grupos que actúan para imponer a través de la violencia la línea más radical del Islam”, señala Torres–Dulce.
En esta sentencia se condenó a Faisal Errai por un delito de colaboración con organización terrorista a la pena de seis años de prisión y una multa de 18 meses. Meses antes, la Audiencia Nacional también condenó, en febrero, a Ali Abdullah Olmo–Rey a la pena de un año de prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo y tres faltas de amenazas. Su actividad se centró en colgar videos y otros documentos en su cuenta abierta de Facebook y otros sitios web, “propagando ideas yihadistas de corte salafista radical, incitantes a conductas generadoras de riesgo de atentados”.
La tercera sentencia se dictó en julio del año pasado contra Abdellatif Aoulad Chiba a dos años de prisión por un delito de difusión pública de terrorismo. El procesado instaló en su domicilio particular un sistema informático por el que entraba en páginas web y foros yihadistas. Llegó a ser administrador de uno de esos foros en los que hacía llamamientos a perpetrar atentados e incluso hacía propuestas. Una de ellas era “envenenar los depósitos de agua de un complejo turístico con la finalidad de causar el mayor número de muertos y heridos”.
La cuarta sentencia dictada en 2013 por la Audiencia Nacional condenó a José Ernesto Feliu Mora a la pena de seis meses de prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo, con los atenuantes de enajenación mental y reconocimiento de los hechos, que consistieron en divulgar por Internet videos yihadistas y mensajes incitando a la violencia terrorista.
Le piden 2 años de cárcel por ensalzar a Osama Bin Laden
Hoy arranca en la Audiencia Nacional un nuevo juicio contra Imad Mouahhid, acusado
de elaborar y publicar en Internet 34 vídeos de contenido violento en los que ensalzaba a líderes yihadistas, especialmente a Osama Bin Laden, y mostraba campos de entrenamiento de la organización terrorista Al Qaeda. La Fiscalía pide para él una pena de dos años de prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, Mouahhid utilizaba el alias ‘MOLAOMAR 1’ y colgó en mayo de 2011 en Youtube un vídeo elaborado por él mismo titulado “Así me ha enseñado el Iman de los Imanes Oussamma (en referencia Bin Laden), que Allah lo acepte”. En el documental, de 48 minutos de duración, aparecen imágenes y discursos de Bin Laden llamando a hacer la Yihad, oraciones de otros líderes yihadistas e imágenes de campos de entrenamiento de Al Qaeda. En el registro de su domicilio, en San Bartolomé de Tirajana (Las Palmas), se intervino una libreta con textos que hacen apología de la Yihad violenta.