Un joven español que quería cruzar con sus padres a Nador fue golpeado por un agente. Los comerciantes salieron en defensa del joven, al que se le impidió subir a la ambulancia. La Delegación niega excesos de la Policía y dice que fue una avalancha de los porteadores.
Los ánimos están caldeados entre los comerciantes de la frontera de Beni Enzar y la actuación de los antidisturbios de la Policía Nacional sirvió ayer de detonante para que manifestaran su descontento. Como resultado: Una aglomeración en la rotonda del paso fronterizo, cuatro melillenses detenidos y al menos uno de ellos, herido con una fractura de codo y un collarín en el cuello.
Según la versión de los comerciantes y los vídeos de lo ocurrido facilitados a El Faro, en torno a las 12:30 horas un joven de nacionalidad española que intentaba pasar con su madre y su padre a Marruecos fue golpeado por los antidisturbios y quedó inconsciente en las inmediaciones del paso de porteadores. Inmediatamente se movilizó un grupo de personas, incluidos comerciantes de la zona, que comenzó a increpar a los agentes de la UIP (Unidad de Intervención Policial) de la frontera por la desmedida actuación.
Al llegar una ambulancia, los agentes se negaron a que el joven, que yacía aparentemente inconsciente tendido en el suelo, fuera trasladado al Comarcal, pese a la insistencia del equipo sanitario.
Fue entonces cuando los antidisturbios intentaron llevarse al joven a rastra, tirando de sus brazos, desde la rotonda de Beni Enzar hasta el edificio de control fronterizo, apartando bruscamente a los padres que intentaban impedirlo. Finalmente otro agente, al parecer un superior, aconsejó hacerlo de otra forma, al ver que los ánimos de los testigos de lo que estaba ocurriendo estaban bastante caldeados.
En ese momento, los agentes cogieron al joven, uno por los brazos y otro por los pies y se lo llevaron inconsciente, junto a sus padres.
En torno a las 13.30 horas, los policías de la frontera sacaron al joven, que ya andaba por su propio pie, del edificio de control fronterizo y lo subieron en un coche de los Zeta, para trasladarlo al Comarcal, con un grupo de comerciantes de la frontera como testigos de estos hechos.
Entre tanto, los ánimos fueron a más cuando un trabajador civil de la frontera salió y comentó al grupo de medio centenar de personas que se agrupó en la rotonda de Beni Enzar que la Policía estaba abofeteando al padre del joven dentro del edificio de control fronterizo.
Poco antes uno de los agentes de la frontera salió y se dirigió a uno de los comerciantes de la zona: “Quítame este disturbio de enmedio y luego hablamos”.
Más tarde los comerciantes decidieron coger sus coches y dirigirse al Hospital Comarcal a ver cómo evolucionaba el herido.
Otra versión de la Delegación
Esta versión de los hechos, en parte recogida en varios vídeos a los que ha tenido acceso El Faro, no concuerda con la información que facilitó ayer la Delegación del Gobierno, que niega que la Policía antidisturbios cometiera cualquier tipo de exceso.
En lo único que coinciden la Delegación del Gobierno y los comerciantes y testigos entrevistados por El Faro es en la hora y el lugar del suceso (la rotonda de Beni Enzar a las 12:30 horas).
Según la Delegación el tumulto no se debió a la acción desmedida de la Policía, sino a una avalancha de porteadores “que se extendió por todo el paso fronterizo”.
Fuentes policiales consultadas por Efe explicaron que el incidente con los porteadores se produjo porque Marruecos había cortado el tráfico en la frontera.
Los comerciantes de la zona han facilitado a El Faro un vídeo que supuestamente recoge un momento anterior a la agresión del joven que quedó inconsciente en el suelo. En él, se ve a un policía nacional asestando un golpe en las piernas con la porra a un porteador que cargaba una caja.
Según explicaron a El Faro este tipo de agresiones son constantes y se producen a diario, sobre todo, por parte de los agentes antidisturbios de otras partes de España que son desplazados a Melilla en comisión de servicios.
Comerciantes de la frontera plantan cara a quienes les acusan “de crear tensión”
El presidente de Acsemel insinúa que Acome vela más por su relación con los políticos, que por los intereses del sector
No quiere polémica, pero la sirve en bandeja. El presidente de la Asociación de Comerciantes de la frontera (Acsemel), Abdeselam Mohamed, salió ayer al paso de los empresarios de Melilla que consideran que el colectivo al que representa está compuesto por “cuatro o cinco sinvergüenzas que crean tensión por intereses particulares” y “que deberían manifestarse en Marruecos porque el problema está allí”.
Aunque Mohamed no menciona en ninguna parte de su comunicado a la asociación Acome, que preside Enrique Alcoba, se refiere concretamente a unas declaraciones que éste hizo a El Faro el jueves 29 de agosto, un día antes de que los empresarios de la frontera cerraran sus negocios a cal y canto en señal de protesta por los atascos, controles selectivos y horarios arbitrarios que aseguran que sufren a diario los porteadores que intentan sacar sus mercancías a Marruecos.
Alcoba explicó a este periódico que en la Delegación del Gobierno la Guardia Civil y la Policía Nacional le han aclarado por activa y por pasiva que el problema de la frontera depende de Marruecos, que cierra y abre el tráfico de mercancías a su antojo. Al hilo de estas declaraciones, el presidente de Acome sugirió a los comerciantes de la frontera, que al día siguiente tenían previsto protestar, que si querían solucionar el problema, debían manifestarse en Marruecos.
Por lo visto estas declaraciones no sentaron nada bien en Acsemel que, casi dos semanas después, vuelve a contestar a ellas.
En opinión de Abdeselam Mohamed, las declaraciones de Alcoba y “de otros conocidos empresarios melillenses” son “despectivas” e “irrespetuosas”, “hablan por sí solas y dejan claro quiénes miran más por los intereses de los comerciantes melillenses y quiénes ponen por encima de este colectivo sus buenas relaciones personales o interesadas con los políticos de turno”.
En un comunicado enviado ayer mucho antes de que se produjera el altercado en la frontera con miembros del colectivo que representa (tras la agresión de un policía a un joven), Mohamed aclara que, aunque es contrario “a cualquier tipo de polémicas”, no puede permitir que insulten y acusen a los comerciantes de Acsemel de actuar “como ellos lo hacen”, dijo refiriéndose a los empresarios de Acome.
También reconoce que cada uno es libre de opinar como quiera, pero recalcó que es importante no caer en faltas de respeto.
En esta línea, acusó a los empresarios que los critican de “actuar en su propio beneficio”, mientras que Acsemel se dedica a defender los intereses de los comerciantes de la ciudad “sean del centro o de la frontera”, subraya.
También recalca que no entiende por qué su asociación “molesta tanto” y advierte de que Acsemel no descarta llevar a cabo “tantas reivindicaciones y protestas como sean necesarias”.
Acto seguido, aclara que ni él ni los comerciantes a los que representa querrían que esto fuera así y por eso han entregado a la Delegación del Gobierno y a la Ciudad Autónoma varias propuestas para mejorar tanto los puestos fronterizos como el comercio en general.
“Ésta es la primera iniciativa que plantea la asociación. Vamos más allá de criticar y lo estamos demostrando”, apunta. Asimismo enfatiza en que Acsemel está abierta al diálogo.