Cuatro guardias civiles resultaron heridos el viernes por la noche al interceptar y auxiliar una patera que se dirigía a Melilla y en la que viajaban 30 inmigrantes, entre ellos cuatro mujeres, los ocupantes de la embarcación se mostraron “muy violentos”, lanzando piedras y golpeando con palos a los agentes.
Según informó ayer la Delegación del Gobierno en una nota, la patera fue avistada por el servicio de impermeabilización fronteriza de la Guardia Civil sobre las 21:00 horas de ayer cuando se dirigía hacia Melilla desde aguas marroquíes. Inmediatamente se activó el protocolo de auxilio y rescate en el mar, partiendo una embarcación del Grupo Especialista en Actividades Subacuáticas (GEAS), que logró dar alcance a la patera.
Tras ser interceptada la embarcación, los inmigrantes recibieron a los guardias civiles “con actitud muy violenta, golpeando con palos y lanzando piedras y otros objetos”.
Otras dos lanchas del GEAS se desplazaron al lugar, donde permanecieron hasta que, una hora después, los inmigrantes cesaron en su actitud tras comprobar que los agentes no permitirían su avance hacia aguas melillenses. Después de auxiliar y comprobar el buen estado de los inmigrantes, y en virtud del protocolo de actuación en el mar, dos embarcaciones de la Marina de Marruecos se hicieron cargo de ellos.
Tres de los agentes heridos son miembros del GEAS, mientras que el cuarto pertenece a la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) que se encuentra en la ciudad reforzando las labores del control de la inmigración irregular. Las heridas sufridas son de carácter leve, aunque uno de ellos tuvo que ser atendido en el Hospital Comarcal al recibir un fuerte golpe en la zona cervical.