El grupo malagueño Dry Martina ofrece hoy un concierto en El Pueblo l El grupo compuesto por Laura y Rafa Insausti presenta su último trabajo discográfico repleto de sonidos ‘vintage’.
Dry Marina es una banda de Málaga que sorprenderá esta noche al público de la ciudad con su sonido ‘vintage’. Laura y Rafa Insausti son los hermanos que lideran este grupo de música pop, rock y con toques de mambo. En la Plaza de Estopiñán a las 22:00 horas tocará canciones antiguas y otras que aún no han grabado para el disco que publicarán en otoño, como ‘Que me quede como estoy’, una letra en la que critican sin ser muy duros a las personas acomodadas.
–¿Cómo se inició en el mundo de la música?
–Mi hermano Rafa y yo hemos tenido otras bandas, lo que pasa es que llegó un momento en el que deseábamos hacer canciones propias y en español. Por eso, nos independizamos y comenzamos con esta nueva agrupación.
–¿De dónde sacaron este nombre? Suena a cóctel.
–Pues de una noche de borrachera. Estábamos tomando unos martinis con unos amigos y les conté el proyecto de la nueva banda que queríamos formar. Al día siguiente, con la resaca el nombre que elegimos nos siguió pareciendo una buena idea, así que lo adoptamos.
–¿Fue muy diferente el cambio entre las bandas en las que estaban y el proyecto actual?
–No es muy diferente, pero el cambio era necesario. Para llegar al sonido que estábamos buscando era primordial este trámite. Durante los últimos años investigamos sobre el tipo de música que queremos hacer y en cada momento nos sentimos a gusto con lo que hacemos. No se trata de que haya otro sonido, sino de una búsqueda.
–¿Cómo definiría a la banda?
–Somos una banda que busca sonidos antiguos, pero los moderniza. Al final Dry Martina acaba teniendo sonido propio y suena a swig, rock and roll y de vez en cuando entra el mambo en el juego. Pero el objetivo de nuestra música es que suene a pop con reminiscencias ‘vintage’.
–Precisamente lo ‘vintage’ se ha puesto de moda. ¿Tienen más éxito ahora que hace unos años?
–No lo creo. Escuchamos música que tiene algún sonido antiguo en la radio, pero nosotros llevamos muchos años con este estilo y contamos con el mismo público en los conciertos. A nuestros espectáculos viene gente a la que siempre le ha gustado la música más antigua y es que el ‘vintage’ no se ha afianzado en España.
–¿Ése es vuestro hueco en el mercado musical?
–Pues sí. En España no hay muchos grupos como el nuestro. No sé si el hueco de nuestro ambito de mercado es grande o pequeño, pero ahí estamos.
–Algunos de los discos que han publicado no son completos, ¿por qué esta forma de hacer música?
–Hemos sacado tres trabajos, pero no son completos porque preferimos sacar discos pequeños a menudo que tardar dos o tres años en publicar uno completo. Esto mismo es lo que hacían los artistas hace algunos años con la publicación de un single cada cierto tiempo. En otoño publicaremos el cuarto disco y contaremos con Toni Zenet. ‘Tan sólo quiero yo tu amor’ es una recopilación de cuatro canciones que ahora está a la venta. De ahí escogeremos algunas letras para completar el disco de este otoño con unos doce temas más.
–¿Esta forma de publicar trabajos es por la crisis económica?
–No, más bien lo contrario, es porque deseamos estar más presentes entre el público. Nos da posibilidad de hacer un trabajo en marzo y otro en octubre. De hecho, este proceso es más caro para nosotros.
–¿Qué inspira Dry Martina?
–Un anuncio de la tele, una película o una canción que tiene puesto un coche cuando para en un semáforo... Nos inspira la cotidianeidad, no nos vamos por los cerros de Úbeda. Tenemos los pies en el suelo así que no queremos hacer canciones que no vivimos.
–Entre los temas de Dry Marina, ¿hay alguna reivindicación?
–Alguna hay. Pero no queremos meternos mucho en temas políticos porque no nos gusta que nos etiqueten.
–Pero es complicado no opinar sobre la política cultural.
–Estamos en contra de la política cultural de España desde siempre. Ya que somos europeos habría que mirar más hacia Europa y ver cómo lo hacen en otros países. A los artistas se les da la espalda desde hace años.
–¿Qué falla y que ayudaría a salvar a los grupos?
–Es una cuestión cultural. En España se le tiene menos respecto a la industria cultural por parte del público. Las descargas digitales no van a parar hasta que la gente no entienda que el artista tiene que comer como otra persona. Entiendo que es fácil y que está a mano hacer esto... pero en otros países se regula mejor.
–¿Los directos salvarán a los artistas?
–Ahora es la única vía a la que te puedes agarrar porque es difícil vender discos. Pero ya tampoco es fácil hacer conciertos. Con el 21% de IVA las entradas son caras y la gente no tiene dinero para ir a los conciertos. Esta única salida para los músicos no es suficiente y muchos tienen otros trabajos para salir adelante.
–Por último, ¿qué les parece la iniciativa de Música a La Luna?
–Estuve viviendo en Melilla durante un año hace un tiempo, pero no participé como artista en esta iniciativa. Es una forma de que el público pueda ver música en directo abierta a todo el mundo y por ello es muy positiva. Me encanta la idea y tengo muchas ganas de estar allí.