Una nueva técnica hará innecesario que 30 mujeres al año viajen a Málaga para hacerse esta prueba.
El Hospital Comarcal acaba de incorporar una nueva técnicas de diagnóstico del cáncer de mama a sus servicios. Este equipamiento médico ayudará a conocer casi en tiempo real el avance de la enfermedad y por lo tanto, permitirá hacer una valoración del tratamiento mucho más rápido. En la actualidad, unas 30 mujeres cada año tienen que viajar a Málaga para practicarse esta prueba médica y luego, esperar a que lleguen los resultados a Melilla para que el oncólogo les marque las pautas que deben seguir para tratar el cáncer de mama. Ya no será necesario que las pacientes tengan que trasladarse a la ciudad andaluza, por lo que se ahorra en estos traslados y también se mejora la asistencia que reciben las pacientes.
El director territorial del Ingesa, Francisco Robles, fue ayer el encargado de presentar esta nueva técnica, que tiene un coste de unos 20.000 euros anuales. Aseguró que “es una inversión importante para los ciudadanos”, sobre todo, para que las mujeres con cáncer de mama, que tendrán cuando antes un diagnóstico preciso de su enfermedad y podrán someterse a los tratamientos para eliminarla lo antes posible. Afirmó que al reducir los tiempos de espera, tanto las cirugías como las medicaciones a las que se someterán a las pacientes serán menos agresivas.
Casos de cáncer de mama
En la actualidad se han diagnosticado en Melilla 34 casos de cáncer de mama en los primeros seis meses del año, aunque la media es que se registren 25 casos cada seis meses. Robles explicó que esta prueba médica no se aplicará a todos los casos de cáncer de mama, ya que en las pacientes que tengan muy avanzada la enfermedad no será necesario comprobar exactamente a qué zonas del pecho afecta.
Además de poder ver en tiempo real los ganglios con cáncer, la técnica que ha incorporado el Comarcal es más segura y rápida que la que utilizan en el hospital de Málaga. El director territorial del Ingesa indicó que en Melilla se usará un componente menos agresivo, el hierro, para detectar las células cancerígenas, mientras que en el hospital andaluz realizan esta técnica con material radioactivo.
La prueba es “muy sencilla”, destacó Robles. Consiste en que se inyecta un líquido en la zona que se cree afectada y una sonda detecta con gran precisión los ganglios con cáncer. Este equipamiento médico se puede utilizar sólo para diagnosticar y también para facilitar la cirugía en el caso de que fuera necesario hacer una mastectomía. “Es una técnica de vanguardia que lleva implantada en otros hospitales nacionales desde hace dos años”, aseveró Robles.
Los casos de cáncer
Esta técnica no sustituye a la mamografía, sino que complementa la información que ofrece esta prueba médica, por lo que es necesario que las mujeres con más de 40 años sigan participando en las campañas de detección de cáncer de mama, aseveró el director territorial del Ingesa. Robles destacó que ha aumentado este año el número de mujeres que se someten a esta prueba gracias a la difusión que se está llevando a cabo en los centros de salud de esta política de prevención.
En concreto, 1.394 ciudadanas se han hecho esta prueba en lo que va de 2014, una cifra superior a la registrada en los seis primeros meses del año de 2013, cuando 1.103 mujeres se realizaron una mamografía. En 2012, tan sólo 349 se hicieron esta prueba en los seis primeros meses del año, por lo que Robles asegura que “hay una tendencia creciente” entre las melillenses a someterse a una mamografía.