Ignacio Martínez de Pisón presentó ayer en la UNED ‘La buena educación’, la novela que convierte a Melilla en un protagonista más de una narración sobre historia, política y religión
Todo comenzó en la Semana de Cine de 2010. Ignacio Martínez de Pisón participó en el libro que cada año edita la Consejería de Cultura por este evento dedicado al séptimo arte y eso implicó que visitara la ciudad por primera vez en su vida. Desde entonces regresa a Melilla al menos una vez al año. Fue en este primer paseo por la ciudad cuando se dio cuenta de que Melilla es una fuente de inspiración para escritores. ‘La buena reputación’, su última novela, que presentó ayer en la UNED, narra la vida de una familia que reside en la ciudad y por ello, Martínez de Pisón convierte a Melilla en otro de los protagonistas de su obra. Asegura que “la historia y la personalidad de la ciudad la hacen muy interesante para los escritores”.
‘La buena reputación’ es una novela que describe a una familia compuesta por un padre judío y una mujer “gentil” y de cómo les influye los acontecimientos históricos a estos personajes, desde el fin del Protectorado de España en Marruecos a la emigración de los judíos que residían en el país vecino a Israel. Para el escritor, no son sólo “ingredientes” de la historia, sino elementos de la “columna vertebral” de la narración que afectarán a la relación de pareja y provocará una radicalización de las identidades del matrimonio.
Interesarse por Melilla
Martínez de Pisón explica que desconocía la historia de Melilla, como le ocurre a muchos peninsulares, y por ello, resulta tan llamativa para los lectores la vida de la ciudad, tanto la que describe en su novela como la actual. La convivencia de varias culturas en paz y el desarrollo de un gran número de conflictos políticos y sociales a las puertas de Melilla le dan un punto “exótico”, añade.
Tampoco conocía muchos datos sobre los judíos españoles. Por eso, cuando Moisés Salama, director de la Semana de Cine, le contó la historia de una tía hebrea que se había casado con un cristiano, y otras muchas referencias sobre el origen de la comunidad judía en Melilla, comenzó a pensar que era un buen material para una novela.
Asegura que “ha consultado hasta abusar” de sus amigos de Melilla, entre ellos, Moisés Salama y el director de actividades culturales de la UNED, Ángel Castro. Asimismo, confiesa que ha tirado de los conocimientos de Vicente Moga, director del Archivo de Melilla, y de numerosos libros de la historia de la ciudad para no ‘pillarse los dedos’ y que los acontecimientos históricos se recogieran con rigurosidad.
Martínez de Pisón afirma que no le dio miedo escribir esta novela basada en la historia de la ciudad del siglo XX, sino más bien lo contrario. Asegura que es muy estimulante hablar de una época de convulsiones, de unos años en los que “los melillenses estaban pendientes del futuro de la ciudad”. Resalta que los ciudadanos pasaron de una etapa de estabilidad a que todo se distorsionara con el fin del Protectorado español en Marruecos y por ello, este periodo de la historia es tan interesante para un escritor.
Los personajes
Los protagonistas de ‘La buena reputación’, además de Melilla, son el matrimonio formado por Mercedes y Samuel. ¿Debe tener cuidado para que sus propios prejuicios sobre la religión o la política no interfieran en la novela? “Abandono la superioridad moral para no juzgar a los personajes”, responde Martínez de Pisón. Apunta que los novelistas pueden no estar de acuerdo con las ideas y el comportamiento de los protagonistas de sus obras, pero añade que es preciso que comprenda por qué toman esas decisiones para no interferir.
El escritor asegura que no sabe cuál es el secreto que hace que un libro enganche a más o menos lectores. Pero lo cierto es que su historia es la décima más vendida del país, así que cree que algo tiene que ver el desconocimiento que hay en la península sobre Melilla para que esta novela haya atraído a tantos ciudadanos.
¿Volverá Melilla a protagonizar una novela suya? No lo sabe, pues la historia que tiene entre manos está “atascada” sin saber qué dirección tomará. “Te dedicas a buscar ideas por todas partes y ellas también te buscan a ti. No sé cuándo me encontrarán”, asevera.
Interesados, los que vivieron en el Protectorado
El escritor Ignacio Martínez de Pisón asegura que muchos de los lectores que se acercan a las presentaciones que está haciendo por toda España son ciudadanos que vivieron en territorios del Protectorado español en Marruecos. Explica que muchos de ellos recuerdan y reviven cómo era su vida de niño o adolescente en ciudades como Alhucemas, Nador o Chaouen, gracias a esta novela.
El novelista destaca que la única forma de conocer que las ciudades del Protectorado español eran lugares de convivencia entre diferentes culturas, judía, cristiana y musulmana, es a través de los recuerdos de estas personas .