Los empresarios de hostelería aseguran que los cuatro días del puente han sido magníficos, sobre todo en la jornada de ayer.
Los hosteleros tienen motivos para sentirse satisfechos después de estos cuatro días de puente. El sector ha experimentado un importante espaldarazo de clientes, hasta el punto de que éstos se incrementaron en un 50% durante el fin de semana con respecto a lo registrado en los últimos meses.
El presidente de la Asociación de Hosteleros de Melilla, Hassan Amaruch, detalló a El Faro que en los últimos días llegó a la ciudad autónoma un elevado número de turistas procedentes de la Costa del Sol y de Madrid. “Se ha notado para bien en los bares y restaurantes de todas las zonas, pero especialmente por el centro”, detalló.
Amaruch explicó que se han dado varios factores fundamentales que explican este incremento de clientes, además de la llegada de viajeros. En primer lugar, no se han marchado tantos melillenses a la península como en Semana Santa, cuando la ciudad se quedó prácticamente desierta.
Por otro lado, este fin de semana han comenzado a celebrarse las primeras comuniones de este año, algo que era esperado como agua de mayo por los empresarios del sector.
El colofón de estos cuatro días dorados para los hosteleros fue la celebración del Día de la Madre, que tuvo lugar ayer. Era prácticamente imposible encontrar mesa para comer, a no ser que se tuviera reserva previa. “No hemos parado en todo el día, ha sido una jornada buenísima”, recalcó ayer el presidente de los hosteleros.
Asimismo, señaló que el arranque de la Semana de Cine también sirvió de acicate para que los melillenses salieran a la calle a consumir. Todo ello acompañado del buen tiempo, pues el sol ha brillado durante todo el tiempo y apenas ha hecho viento. “Cuando las cosas van bien hay que reconocerlo. Hemos tenido un comienzo de año muy difícil, pero estos días nos han servido para recuperar un poco la esperanza”, aseveró.
Amaruch espera que esta buena racha tengo eco durante las próximas semanas gracias a las comuniones y a la progresiva entrada del buen tiempo. “Cuando hay sol, la gente se anima a salir a la calle”, apuntó.
Después de la tormenta
Los hosteleros respiran tranquilos después de la “desastrosa” Semana Santa, en la que el consumo a nivel local descendió estrepitosamente, no solamente en bares y restaurantes, sino también en comercios y hoteles.
Hay que recordar que la hostelería comenzó el año con numerosas dificultades después de haber pasado una Navidad con un alto índice de clientes.
Después de estos días, pueden poner punto y final a la prolongada ‘cuesta de enero’ que llevaban sufriendo mes tras mes y afrontar con mayor ilusión las próximas semanas.