Huyen de las condiciones extremas en que se vive en el Centro de Estancia Temporal de Melilla.
Al menos tres inmigrantes sirios han abandonado el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla y han regresado voluntariamente a Marruecos en busca de una vida más digna que la que les ofrecen las autoridades españolas.
Rasheed Alsran Mustafa está aún en Melilla, pero le preocupan sus problemas de corazón: Sufrió un infarto en Siria. Por eso se está planteando seriamente regresar a Marruecos. Las condiciones higiénico-sanitarias extremas en las que vive en el CETI no son buenas para su salud, afirma.
La mayoría de los sirios que llega a Melilla lo hace pagando hasta 1.500 euros por un pasaporte marroquí con el que atravesar la frontera. Muy mal han de estar en la ciudad para que se planteen Marruecos como una mejor opción para vivir o para buscar una vía alternativa para llegar a Europa.
Rasheed Alsran Mustafa lleva dos meses y medio en Melilla. Ha llegado solo a la ciudad e integra el colectivo de solteros sirios que ha visto cómo los subsaharianos que han entrado después que ellos y que son solteros como ellos han tenido prioridad para salir hacia la península.
En una situación similar está Cheik Ali, que sufre de hernia discal y lleva también dos meses y medio en Melilla.
Ambos consideran que su salud debería ser tenida en cuenta a la hora de programar los traslados a la península.
Sobre este tipo de situaciones, la Agencia de la ONU para los refugiados ha sido meridianamente clara al explicar que España podría hacer más de lo que hace en materia de asilo. En teoría, nuestro país tiene un sistema muy garantista, que hace aguas en la práctica, señalan desde Acnur.
En cualquier caso, el organismo de Naciones Unidas reclama a España que si no hace todo lo que puede por lo menos debería cumplir con sus obligaciones internacionales.