Un joven marroquí de 25 años se suicidó en Marruecos después de que la Policía de su país lo detuviera y le rapara la cabeza. La familia se niega a recibir el cadáver hasta que no se abra una investigación judicial sobre lo sucedido.
Según Mohamed Medluf, presidente de la sección local de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos en Ben Slimane (40 kilómetros al sur de Rabat), quien ha seguido el caso, el joven fue detenido el fin de semana por el ‘caíd’ local y agentes de las fuerzas auxiliares (una especie de fuerza militarizada) y conducido a un local policial, donde le raparon la cabeza por llevar un peinado llamativo.
El domingo, el joven fue puesto en libertad y regresó a su domicilio en Sidi Betach, una localidad agrícola al sur de Rabat, donde relató a su familia las humillaciones sufridas en los locales policiales. Horas después, lo hallaron ahorcado.
El Ministerio del Interior marroquí aseguró ayer que ha abierto una investigación sobre lo ocurrido y ha convocado al jefe local de las Fuerzas Auxiliares, que es hijo de un general del mismo Cuerpo que comanda la zona norte del país.
Según Medluf, el jefe policial tiene ya un amplio historial de abusos a ciudadanos en anteriores destinos, pero es improbable que sea castigado dado el cargo que ocupa su padre.
En las últimas semanas, la prensa marroquí se ha hecho eco de una curiosa campaña policial de detenciones de grupos de jóvenes con peinados considerados “estrafalarios” como el de Neymar, jugador del Barça, que son introducidos en camionetas policiales sin ninguna orden de arresto y “afeitados”, todo ello dentro de una campaña contra la inseguridad.