La única pregunta del Grupo Socialista que recibió ayer respuesta en el pleno de control fue la relacionada con la asociación Mujeres Vecinales y su ex presidenta y viceconsejera de Participación Ciudadana, Nasera Al–Lal.
El portavoz socialista, Gregorio Escobar, preguntó al Ejecutivo si ha tomado alguna medida después de saber que Al–Lal se “autocontrató” en la entidad, cuando la presidía, al recibir una subvención de la Ciudad Autónoma.
El socialista dijo ver un “uso fraudulento de la ley” y de los fondos públicos en esta ‘operación’ y en la que se sucedió, según dijo, cuando Al-Lal fue nombrada viceconsejera. Escobar afirmó que ésta dejó a su hermana a cargo de la asociación Mujeres Vecinales, con el correspondiente contrato.
La consejera de Bienestar Social, Mª Antonia Garbín, defendió la legalidad de la utilización por parte de la asociación de la subvención recibida, pero fue el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, quien defendió a la viceconsejera de Participación Ciudadana. Reprochó al portavoz socialista su intención de poner “el velo de la duda sobre la honorabilidad” de Al–Lal y alabó la “encomiable” labor que ésta realizó al frente de Mujeres Vecinales. El presidente rebatió al socialista y le preguntó con doble sentido cómo consiguió él su puesto de trabajo en el CETI. Este asunto enfadó al socialista, quien solicitó réplica a la Mesa de la Asamblea por alusiones personales en virtud del Reglamento, pero Cristina Rivas se lo negó.