"Hace mucho tiempo que el radicalismo se ha instalado en nuestra ciudad, contamos con una mezquita salafista calificada como una de las más radicales de Europa”, ha afirmado Vox Melilla en una nota de prensa.
Para la formación política, los grandes problemas de la ciudad "enmascaran muchos otros que no se ven tan fácilmente," pero que “incidirán directamente en la vida de los ciudadanos si no tiene un control” y ha señalado que de los 75 detenidos en 36 operaciones policiales el año pasado por supuesta vinculación con el yihadismo, cinco son de Melilla, según recoge el ‘Balance del terrorismo en España 2015’, un informe de la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, que publica el Ministerio del Interior.
"Crece el radicalismo"
Para Vox Melilla, hay algo en la ciudad que "de manera continua y silenciosa aumenta", ya que, aunque “nadie lo manifiesta a pesar de que es evidente, el radicalismo crece cada día, por lo que habrá que preocuparse también de las mujeres de Melilla”.
Además, el partido dirigido por José Miguel Tasende ha recordado que la Audiencia Nacional ha juzgado a dos melillenses integrantes de una red de captación para el Dáesh. Los acusados de integrar una red de captación para el Estado Islámico, desarticulada en Melilla en 2015 y que se dirigía a hombres y mujeres residentes en España para animarles a cometer atentados en suelo español, aceptaron el pasado lunes en el juicio penas de entre dos y dos años y medio de cárcel.
La Fiscalía había solicitado 10 años de prisión. Tras reconocer los hechos y mostrar su arrepentimiento ante el tribunal de la Audiencia Nacional, Belaid Al Lal, presunto líder de la red, ha asumido una pena de dos años y medio de cárcel por un delito de captación y adoctrinamiento.
Su hermano Ismael y los otros dos acusados, H.B. y H.E.M., que también han reconocido los hechos por los que se les acusa, han aceptado dos años de prisión respectivamente por un delito de enaltecimiento del terrorismo.
Ya estaban tardando los de Vox de Melilla en promover la discordia social y el odio como hacen sus compañeros energúmenos de Ceuta.