Vox Melilla ha reclamado al Ejecutivo y a la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad que se encarguen “de forma eficiente y profunda” de la limpieza de la Ciudad Autónoma, “como piden a viva voz los ciudadanos” con el fin de “evitar otros problemas sanitarios”.
De acuerdo con la formación política, las calles melillenses están "más sucias que nunca", situación de la que se ha quejado la mayoría de los habitantes y que el partido denuncia desde hace tiempo.
Pese a esto, reconoció las labores de los trabajadores pertenecientes a la empresa de limpieza, quienes “sufren contratos precarios, pero las aceras siguen estando profundamente sucias”.
Además de ello, insistió en que la red de suministro se encuentra llena de fugas de agua con pésima calidad, y el sistema de saneamiento se desborda cuando llueve de forma considerable. Asimismo refirió que el cauce del río de Oro se ha transformado en un lugar donde se cobijan las ratas y en una suerte de “vertedero municipal sin licencia”.
Por último, manifestó que “el cinturón verde de la Ciudad es una faja de chabolas, desolación y lavadoras desvencijadas”, y añadió que en el territorio no se ha reducido el uso del plástico ni han mejorado las cifras relacionadas con el reciclaje. Como resultado de esto último, se apuesta todavía por la incineración, a pesar de que esta “va contra la salud de los habitantes de Melilla”.
El pasado 1 de mayo El Faro se hizo eco de un pronunciamiento similar de Vox, en el que el partido pidió que se tuviera especial atención con la limpieza y se hiciera caso a las peticiones de los servicios pertinentes para poder conservar la urbe de la mejor manera posible.
En esa ocasión apuntó, entre otras, hacia problemáticas vinculadas con el alcantarillado, que no está en las mejores condiciones en algunas partes de la ciudad, así como la red de saneamiento, la cual “deja mucho que desear”.
El cóctel de gente incívica + políticos incompetentes (que están ahí gracias a los votantes irresponsables) tiene este resultado: insalubridad y descontrol