La Mezquita del Toreo acoge una misa rociera a la que acuden centenares de fieles que rezan porque mejoren los tiempos de crisis.
Centenares de personas asistieron ayer a la eucaristía que se celebró en la plaza de toros de la ciudad en honor a la Virgen de la Victoria. Una pequeña imagen de la Patrona de Melilla presidía el altar situado en mitad del ruedo. A su alrededor, niños y mayores rezaron para que la crisis pase lo antes posible de sus casas. Las voces flamencas fueron las anunciantes de que esta misa es una de las más especiales que se le dedican a la Virgen. Los encargados de hacer sonar las guitarras, las bandurrias y los cajones con toque rocieros fueron los coros de la Virgen de la Victoria y de la Hermandad del Rocío, junto a la voz rota de Pepe Gallo.
Los melillenses disfrutan mucho de esta misa porque está repleta de canciones y se hace en un escenario poco habitual, como es la Mezquita del Toreo. También acudieron a esta celebración las autoridades civiles y militares de la ciudad, como el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, y el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.
El sacerdote que ofició este servicio destacó que los importante de esta eucaristía es que había conseguido reunir bajo la fe a la Virgen de la Victoria a un gran número de melillenses. Aseguró que la Señora iba a dar “fortaleza y consuelo” a todas estas personas que están pasando por un momento difícil en sus casas debido a la falta de empleo de sus miembros. Indicó que no importaba el motivo por el que los fieles habían asistido a esta eucaristía, pues lo importante era que ninguno de los presentes se iba a ir de vacío de vuelta a sus hogares.
También explicó que mientras unos piensan en fútbol y se ‘obsesionan’ con temas deportivos, la fijación de Jesús es que todas las personas consigan la salvación.
Este sacerdote resaltó que Jesús enseña a sus discípulos y a los melillenses cómo hacer el bien, ya que no siempre es fácil seguir el camino de Dios. Apuntó que hay que presentarse ante el Señor como un pobre y ante la familia y los amigos como un hermano. De esta forma, se está al servicio de Dios y la persona siente que es tan importante como otra, sin arrogancias ni orgullos de por medio.
Por otro lado, animó a los melillenses a no seleccionar a las personas por lo que puedan sacar de ellas, sino a ofrecerse a todos los que necesiten su ayuda.
En esta eucaristía se le ofrecieron a la Virgen de la Victoria, además de las canciones y los rezos, un gran número de flores blancas.
La novena en honor a la Patrona se realiza todas las tardes en la iglesia de la Purísima a partir de las 19:30 horas, que es cuando se inicia el rosario.