Melilla registró en 2019 casi un herido en accidente de tráfico al día, según los últimos datos facilitados por la DGT. Se trata de una cifra que refleja la forma de conducción en la ciudad, muchas veces denunciada por ser poco respetuosa con el Código de la Circulación. Demasiadas veces en la ciudad se observan maniobras al volante que incumplen las normas de tráfico y que ponen en riesgo a conductores y peatones. El respeto a los pasos de cebra brilla por su ausencia, por poner el ejemplo más habitual y que todos los viandantes de esta ciudad ha sufrido en algún u otro momento. Una vez obtenido el carné no se tiene barra libre para practicar la conducción que uno quiera y que el resto de ciudadanos tengan que plegarse a esto, y la única manera de reeducar a estos conductores es aumentar el control y sancionar. Por desgracia, solo cuando se toca el bolsillo existe una posibilidad real de que alguien que ya se ha acostumbrado a incumplir reiteradamente las normas recapacite y actúe como debe. Se han normalizado muchas conductas al volante que no son de recibo y hay que atajarlas decididamente. Mientras exista impunidad nada va cambiar, y seguiremos sufriendo una conducción temeraria que pone en riesgo la vida de las personas.