El cruce de acusaciones entre el consejero de Medio Ambiente, Daniel Ventura, y el portavoz de Somos Melilla, Amín Azmani, ha escalado en las últimas horas a raíz de la denuncia de este último sobre el estado de abandono del Arroyo María Cristina. Lejos de limitarse a una réplica técnica sobre las competencias, Ventura ha señalado directamente al pasado y las conexiones políticas de Azmani, al que acusa de encubrir a la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, con quien mantiene una relación política que, según sus palabras, explica su “intencionado silencio”.
“El señor Azmani se formó en las bases del socialismo melillense, en las juventudes socialistas. Aprendió, aunque no mucho, y creció en ese entorno. Tal vez por eso no denunciará nunca a la señora delegada, aunque sea ella la responsable directa de la limpieza de cauces como el Arroyo María Cristina”, afirmó Ventura, dejando claro que, en su opinión, el portavoz de Somos Melilla actúa por interés partidista.
Competencia de la Confederación
Ventura ha recordado que la limpieza del arroyo no es competencia del Ejecutivo local, sino de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Gobierno central. “En noviembre de 2024 comenzamos a limpiar distintos tramos del río y sus arroyos, pero se nos ordenó detener los trabajos. Recibimos un escrito donde se nos advertía de una sanción de 300.000 euros si continuábamos sin autorización”, ha explicado.
Desde entonces, el área de Medio Ambiente espera que la Confederación active la fase 2 del protocolo firmado en junio del año pasado, donde se comprometían a actuar en el Río de Oro y sus afluentes. Una actuación que, a día de hoy, no se ha iniciado.
Silencio ante la delegada
Según el consejero, el líder de Somos Melilla evita intencionadamente responsabilizar a Sabrina Moh, pese a ser la máxima autoridad del Estado en la ciudad. “Prefiere atacar a Imbroda y a este consejero porque es más rentable políticamente y porque le duele criticar a quien comparte raíces políticas con él”, acusó.
Ventura no ahorró calificativos y arremetió contra el estilo político de Amín Azmani, al que tachó de “demagogo”, “oportunista” y “manipulador”. “Es el único político que necesita cámara, micro y asesor de imagen para grabar sus vídeos propagandísticos, cuidadosamente producidos para confundir a la ciudadanía”, criticó.
Críticas a su postura sobre el vandalismo
El consejero también lamentó que Mohand “en lugar de defender a los vecinos que sufren el vandalismo”, lo aliente con su discurso. “Con su actitud mezquina y manipuladora, ha despreciado el trabajo de los cientos de operarios de limpieza que intentan mantener limpia la ciudad pese a las constantes agresiones al mobiliario urbano”, dijo Ventura.
El expediente 2337-2025, recientemente activado por su área, contempla una inversión de 536.049 euros para mejorar la movilidad, accesibilidad e infraestructuras del Antiguo Barrio Hebreo y Rastro Alto, zona especialmente castigada por el abandono, según denuncias vecinales.
La crítica de Azmani ha encontrado eco en otras fuerzas como Vox, cuyo portavoz José Miguel Tasende llevará el tema al Pleno para exigir que se determine con claridad quién debe limpiar el Arroyo María Cristina. También Guelaya-Ecologistas en Acción ha advertido sobre la contaminación y el riesgo ambiental que genera la acumulación de residuos.
Ventura anunció además nuevas medidas de control y vigilancia en los cauces urbanos, además de la instalación de carteles informativos sobre sanciones por vertidos ilegales.
El titular de Medio Ambiente resumió el núcleo del conflicto en una frase: “El señor Azmani no critica a quien debe porque es de los suyos. Prefiere cargar contra quienes trabajamos cada día por esta ciudad, aunque no sea nuestra competencia directa”.
Con este cruce de declaraciones, el debate sobre el estado del arroyo se convierte también en reflejo de la pugna política entre el Gobierno local y una oposición que, según Ventura, prioriza la estrategia partidista por encima del rigor institucional.