Los vecinos del barrio del Real se manifestarán el jueves para reclamar que se solucione el problema de la prostitución en su vecindario. La convocatoria fue colgada en Facebook a través de la página del grupo vecinal.
“Si no se puede solucionar esto por los cauces normales, tendremos que salir a la calle a hacer algo más de ruido, a ver si por fin nos escuchan”, justificó el vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Real, Jesús Motos.
Los vecinos interpondrán una reclamación frente al Consejo de Trasparencia y Buen Gobierno, puesto que ni la Consejería de Seguridad Ciudadana ni la Policía Nacional les facilitan el acta de la reunión que se celebró en julio en la que se abordó la problemática de la prostitución en su barrio.
Cabe recordar que los quebraderos de cabeza de los habitantes por la prostitución en el vecindario, visible a todas horas y en diversas calles, no acaba de verse solucionada por parte del ejecutivo local.
Ya ha pasado de la asamblea convocada por el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, y aún no se han visto las soluciones necesarias para erradicar por fin esta actividad en la barriada.
Medio año esperando
En declaraciones a El Faro, el vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Real, Jesús Motos, denuncia la indiferencia de la Ciudad ante un problema que vienen denunciando los vecinos “desde hace ya demasiados años”.
Reconoce el ímpetu inicial de González a la hora de convocar la reunión, pero lamenta que, desde entonces, nadie ha hecho nada. “sólo han puesto parches temporales, la prostitución desaparecía quince días para volver a aparecer como si nada”.
Según el gestor vecinal son de ciento treinta a ciento cuarenta mujeres las que hacen la calle en el Real sin ningún pudor. Motos explica que es un problema que está vigente la mayor parte del día, pues parece que hay “dos turnos estipulados: desde que anochece hasta las siete de la mañana y otro desde bien temprano hasta que cae la noche”.
Los vecinos, que forman una gran comunidad con gran actividad en las redes sociales, denuncian que las prácticas se realizan a la vista de todos y en sitios tan poco inapropiados como la esquina del parque infantil de la calle Infantas de España.
El presidente de la agrupación recuerda que este barrio es el más populoso de Melilla, por lo que no entiende el olvido a la que están sometidos desde la Administración. Ellos, tan sólo dicen reclamar “un poco de atención y sensibilidad para un problema que nos afecta a todos”.