Valor y al toro. O mejor dicho, a la vaquilla. Eso fue lo que debió pensar ayer más de un melillense a la hora de echarse al ruedo a disfrutar de la capea popular que se celebró en la ‘Mezquita del Toreo’ a las 19:00 horas. Una forma desenfada de pasar lo poco que quedan de fiestas patronales.
El público se animó a asistir al acto, pues tanto en la grada como en la arena había decenas de melillenses. Los que estaban cómodamente sentados y seguros, lejos de la arena, se lo pasaron como niños animando a los ‘valientes’ que saltaron al albero.
Eso sí, los que se pusieron delante de la vaquilla se llevaron más de un susto y más de un buen revolcón por el suelo. Afortunadamente, y como es habitual en este tipo de fiestas, no pasó nada y todos dejaron la plaza sanos y salvos. Eso sí, alguno se llevó a casa de ‘recuerdo’ un moratón.
El publicó se animó y demostró tener ganas de pasarlo bien, aunque había algunos que ya venían alegres de la Feria. Como siempre, ocurre el personal de la plaza sacó de la arena a los que se habían pasado con la bebida y a algunos menores que, pese a las repetidas advertencias, insistieron en ponerse frente a la vaquilla. De éstos, la mayor parte terminó fuera de la plaza.
En resumidas cuentas, una buena forma de decir ‘adiós’ a los festejos taurinos de este año con un poco de buen humor.
Eso sí, ayer por la noche los más torpes y despistados de la plaza durmieron a buen seguro con algún que otro dolor por culpa de las avispadas vaquillas.