El fuerte oleaje hizo que hombres de trono tuvieran que llevar la imagen hasta La Hípica, donde la subieron a la barca de la Compañía de Mar. La Eucaristía se celebró en el Paseo Marítimo. Vestida de blanco y azul se dirige a la playa. Acompaña a su madre a la misa que se realizará en el Paseo Marítimo. Es joven y no recuerda haber participado en una eucaristía en esta zona de la ciudad. Son los mayores del grupo los que hacen memoria y sonríen al rememorar aquellos años en los que los rezos del día del Carmen se hacían junto a la orilla del mar. La tradición manda que los fieles pidan la bendición de la Virgen del Carmen en la playa y este año se ha recuperado esta costumbre. La procesión de la Señora hizo un alto ayer para que la eucaristía se llevara a cabo en el Paseo Marítimo. En ella participaron unas 200 personas. El presidente de la Asociación de Corea, Jesús Blanco, explicó a El Faro que fue hace más de diez años cuando una ordenanza municipal impidió a los creyentes realizar la misa en el Paseo Marítimo, por lo que se traslaba a la Virgen hasta la iglesia de San Agustín, en El Real, para hacer allí el oficio. Pero en este 2014, las cosas son distintas. La Comandancia Naval ha sido la promotora de que la eucaristía del Carmen vuelva a la playa y ayer centenares de ciudadanos participaron en ella. Este cambio en el programa de la procesión del Carmen también ha generado un nuevo itinerario. Los hombres de la Hermandad de la Virgen y los de la Asociación de Corea sacaron a hombros a la imagen desde la Asociación Hipódromo, pero de ahí, en lugar de dirigirse hasta la iglesia de San Agustín, los portadores llevaron a la Señora hasta el parque que hay en la zona, el de Agustín Jerez. Entre las palmeras y las fuentes de agua recorrieron este pequeño espacio verde para volver a ruta original y hacer una parada en la plaza del Callao. En este lugar vive Carmen Leal, la viuda de un melillense que perdió la vida rescatando a varios nadadores. Los ‘fieles’ de la Virgen del Carmen le entregan todos los años un ramo de flores en recuerdo de la heroica acción que llevó a cabo su marido y que devolvió la vida a dos ciudadanos que estaban a punto de perecer en el mar. El camino, que siempre se hace corto para los hombres de trono, estuvo animado por la Banda de Tambores y Cornetas de la Virgen del Carmen y por los numerosos vítores que las ‘coreanas’ gritaban cada vez que los músicos hacían una parada. Las obras en el barrio Aunque la misa no se hubiera celebrado en el Paseo Marítimo, los hombres de trono tendrían que haber cambiado el recorrido de la procesión. Las obras de mejoras de los barrios han llegado a esta zona de la ciudad y hay varias calles cortadas. El asfalto levantado y la tierra deslució un poco la salida de la Virgen de la Asociación del Hipódromo, pero los fieles estaban más pendientes de lo hermosa que lucía la Señora que de lo limpia que estaba la calle. La tradición Esta procesión tiene mucha importancia para los ciudadanos del Barrio del Industrial, la zona de Corea y el Hipódromo. Era en esa parte de la ciudad donde se situaba el barrio de los pescadores y donde todos los años se procesionaba con la imagen de la Virgen del Carmen. Ya no queda nadie en Melilla de la flota pesquera que durante años fue uno de los sectores económicos de la ciudad. Sin embargo, la gente de estos barrios se niega a dejar la tradición. Ellos son los herederos de una costumbre que va más allá de un aspecto cultural que haya que conservar. Los miembros de estas asociaciones llevan a la Reina de los Mares en sus corazones desde que son niños y por ello, no les cuesta nada llevar a hombros a la Virgen, asistir a una misa o mojarse en un día nublado como el de ayer. Por estar cerca de la Señora, estos hombres sacrifican un día de trabajo para poder llevar el trono hasta el mar y que la imagen pueda dar su tradicional paseo por la costa llevando así su bendición a todas las orillas de Melilla. La Virgen y el mar Uno de los momentos más emotivos y que atrae a mayor número de personas a esta procesión es cuando los hombres de Corea entran en mar con la imagen a hombros y la depositan en una pequeña barca. El Paseo Marítimo se llenó de curiosos y de fieles que no quisieron perderse detalle de estos instantes. Centenares de personas vieron cómo los porteadores luchaban contra las olas del mar. Son apenas cinco minutos lo que tardan estos fieles en entrar a la Señora en el agua, pero en ocasiones, parece que se detiene el tiempo, sobre todo, cuando las olas se niegan a parar y les impiden avanzar hasta la barca. Ayer, el mar no se calmaba y los porteadores tuvieron que caminar hasta la playa de La Hípica para subir a la Virgen en la barca de la Compañía de Mar. Los aplausos rompieron cuando la Señora ya estaba asegurada en la pequeña embarcación. En más de una ocasión, las olas cubrieron a los hombres, arrastrándolos hacia la orilla y eso hizo temer por la imagen. No obstante, la experiencia, la fuerza y la fe de los portadores evitaronq ue la Virgen cayera al agua. Cuando la Virgen se marchaba en la barca, los hombres aprovecharon para mojarse entre ellos, hacerse bromas y abrazarse en el agua. Ellos han cumplido un año más con la tradición y eso les llena de orgullo. Volver a la costa Media hora es lo que tardó la imagen de la Reina de los Mares en recorrer la costa. Volvió a tierra por la playa del Hipódromo. Los hombres de la asociación que lleva el mismo nombre la ‘rescataron’ del agua. De rodillas la sacaron de la orilla y andaron con ella unos metros para después hacerle entrega del trono a las mujeres de Corea. Ellas, jóvenes y mayores, sacaron fuerza para cargar con la imagen el resto del recorrido. Son ellas las que mantienen viva la tradición de la procesión del Carmen. Son estas mujeres las que muestran a sus hijos la importancia que tiene la festividad. El temor de los ‘coreanos’ y de muchos vecinos del barrio es que la celebración del día del Carmen desaparezca, por ello, se acercan a ver la procesión acompañados de los hijos y los nietos, para que conozcan esta fiesta. Ya sólo queda una actividad enmarcada en esta celebración del día del Carmen, la paellada que ofrecerá la Asociación Hipódromo este sábado para todos los socios y hermanos. Habrá que esperar a que llegue el 2015 para volver a ver a la Reina de los Mares por las calles de la ciudad protegiendo a sus fieles.