LAS playas del Paseo Marítimo vuelven a lucir un año más la distinción que las califica como de máxima calidad. La bandera azul vuelve a ondear en ese punto de nuestro litoral. Por ello, porque es “un año más”, quizás no se valora en su justa medida el esfuerzo para conseguir este ‘premio’. El galardón reconoce el mérito y trabajo de mucha gente que ha colaborado para equiparlas con hamacas, sombrillas, espacios y ascesos para personas con movilidad..., el esfuerzo de la plantilla de la empresa adjudicataria del servicio de limpieza de playa, de la cuadrilla de nueve personas que mantiene en óptimas condiciones la arena... y el presupuesto destinado a ofrecer a los melillenses y visitantes un litoral destinado al ocio a un nivel de calidad similar al de los destinos más cuidados de la península. Por todo este trabajo y por el coste que ha supuesto para las arcas municipales, deberíamos todos colaborar para que nuestra playa mantenga un aspecto impecable durante todo el verano. Pero no solamente en verano. Los melillenses deberían colaborar y velar por mantener las playas de Melilla limpias y cuidadas durante todo el año. Es y debe ser un trabajo de todos. La colaboración ciudadana, en este asunto, como en todo lo tocante a la convivencia y el día a día en Melilla es crucial y así debe entenderse.
Por otra parte, la bandera azul continúa siendo una asignatura pendiente en Horcas Coloradas. Otro año la lamentable situación de este punto del litoral ha generado un cruce de reproches entre populares y socialistas. Al margen de a quién desee culpar cada uno, lo cierto es que este año tampoco florecerán las sombrillas en esta playa. Otro verano de decepción para quienes confiaron en las promesas de unos y otros.