Las acusadas negaron haber iniciado la pelea, pero una de ellas reconoció que golpeó al agente “sin querer”.
Dos jóvenes melillenses se sentaron ayer en el banquillo acusadas de un delito de atentado a la autoridad y una falta de lesiones, tras el altercado que protagonizaron el 26 de noviembre de 2013 con dos hermanas, estudiantes en el IES Miguel Fernández. Las procesadas negaron haber iniciado la pelea e insistieron en que fueron las dos hermanas las que les pararon en la calle La Legión porque les estaban “buscando”.
Ni las procesadas ni las víctimas iniciaron la pelea, según declararon ayer ante la juez de lo Penal 1, pero hubo puñetazos, empujones y patadas. Una de las víctimas explicó que recibió un puñetazo en el ojo, pero la autora del golpe huyó del lugar, cuando llegó la Policía.
La cercanía de la Comisaría de la Policía Local facilitó la inmediata intervención de los agentes. Separaron a las jóvenes y las llevaron a dependencias policiales para formular las denuncias correspondientes. A pesar de la intervención policial, en la misma Comisaría denunciantes y denunciadas continuaron discutiendo “a gritos”, según la declaración de uno de los policías.
Este agente explicó que al tratar de volver a separar y mediar a las jóvenes litigantes recibió un puñetazo por parte de una de ellas. Ésta reconoció que, efectivamente había agredido “sin querer” al policía.
El agente herido cogió del brazo a la chica, momento en el que la segunda se le “subió” encima con ánimo de defenderla, declaró el policía. Por estos hechos, la Fiscalía reiteró su acusación por un delito de atentado a la autoridad, mientras que el abogado defensor consideró que se trataba únicamente de una falta de resistencia. El caso quedó visto para sentencia.