Fuentes del centro comentan que se realizan registros en las habitaciones para localizar posibles armas.
La noche del lunes al martes volvió a pasar. El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) fue, de nuevo, el escenario de una pelea, al igual que pasó en la madrugada del viernes al sábado. En este caso, los protagonistas fueron un sirio y un argelino.
Según explicaron fuentes del centro a El Faro, la reyerta se saldó con tres detenidos, que la Guardia Civil se llevó y que ahora tienen una cita pendiente con la Justicia. Los tres arrestados responden a que, según indicaron estas fuentes, al ser atacado el sirio por el argelino, un numeroso grupo de la misma nacionalidad que el primero de los que tomaron parte en la ‘bronca’ entró a defender a su compatriota. Los arrestados están acusados de delitos de alteración del orden público.
“Si no llega a intervenir la seguridad apalean al argelino”, apunta el trabajador del CETI, que también señaló que este tipo de casos, pese a no ser la tónica general, suelen darse entre residentes de diferentes países, o incluso entre personas venidas desde distintos puntos de Siria.
“Llamar la atención”
Asimismo, sobre el porqué de este conflicto en concreto, las fuentes consultadas por este periódico comentan que no saben la razón específicas, puesto que cuando los empleados de seguridad intervinieron, ya había derivado todo en una batalla de muchos contra uno.
Sin embargo, apuntan que numerosas veces los conflictos se originan de manera intencionada para “llamar la atención” de los trabajadores y de los muchos periodistas que dicen que ahora pasan las horas frente a la puerta del CETI. “Están desesperados por irse de aquí y piensan que haciendo cosas como esa puedan tener más posibilidades”, concluye este empleado del centro de estancia temporal.
Una cantidad “considerable” de hachís en el bolsillo
La noche entre el lunes y el martes, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) volvió a ser testigo de una pelea, esta vez entre un residente sirio y otro argelino. La contienda se saldó con tres arrestados, de los cuales uno fue detenido por la Guardia Civil por posesión de sustancias estupefacientes.
Según aseguraron fuentes del centro a El Faro, el sirio que se vio implicado en la reyerta portaba en su bolsillo “una cantidad considerable” de hachís. Desde el centro aseguran que el consumo de estupefacientes, aunque se da, no es lo general en el CETI, puesto que los encargados de seguridad, desde hace tiempo, han incrementado la vigilancia en este sentido.
Sin embargo, el arrestado de ayer sobre el que pesa una acusación, tenía la droga en el bolsillo cuando llegó al centro la Benemérita, por lo que fue llevado al cuartel del Instituto Armado para tomar los datos e interponer la denuncia pertinente.
“Es mentira” que los empleados de seguridad peguen a residentes
Ante los dos casos de peleas en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en menos de una semana y las acusaciones por parte de los residentes sobre la posible agresión a un ciudadano sirio, El Faro preguntó a fuentes del centro sobre el presunto uso de violencia por parte de los encargados de seguridad sobre los refugiados.
La respuesta fue rotunda: “Eso es mentira”. Según las fuentes consultadas por este periódico, en ningún momento a lo largo de estos años se ha utilizado la violencia contra los residentes en el centro. Las acusaciones, según comentan, éstas responden a otro intento de llamar la atención.
De hecho, ayer mismo un trabajador del centro apuntó a El Faro que el refugiado sirio que dijo haber sido agredido por un guardia el pasado sábado por la noche, al día siguiente estaba perfectamente, y que todo lo que había hecho era fruto de su “desesperación” por salir de Melilla, donde lleva alrededor de cinco meses.
Asimismo, estas fuentes aseguran que si realmente se hubiera dado una agresión habría una denuncia, puesto que en el centro no ponen ningún tipo de tapujos para que los residentes hablen con el abogado e interpongan una denuncia contra el supuesto agresor.
Las fuentes consultadas por este periódico también aseguraron que la acusación de esconder la porra cuando visitan el centro políticos u organismos internacionales es falsa. “La defensa”, como llaman los trabajadores del centro a este arma, forma parte del uniforme, aunque “rara vez” se use, por lo que el llevarla no es nada negativo.
Por lo tanto, sobre estas palabras de residentes sirios, este trabajador dice no estar de acuerdo, puesto que asegura que responden a un intento de llamar la atención para lograr que se le haga caso y no siga el procedimiento de salida normal.
Asimismo, esta fuente comentó también que últimamente se están produciendo registros en las habitaciones de los residentes, con el fin de incautar objetos que estos puedan usar como posibles armas.
“De ahí ha salido casi de todo”, apunta esta misma fuente, que añade que se han localizado desde piedras y palos hasta incluso ganchos metálicos hechos con hebillas de cinturones. Asimismo, este trabajador lamenta que en otras ocasiones, las peleas hayan derivado en altercados más graves, como el del pasado viernes.
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