La Delegación del Gobierno asegura que todos están siendo atendidos, aunque para ello se están utilizando todos los espacios disponibles –aulas o comedores, entre otros–.
Con la nueva llegada ayer a la costa melillense de cinco subsaharianos en una patera, la cifra de acogidos actualmente en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla supera las 720 personas, aunque “todas ellas bien atendidas”, según informó ayer la Delegación del Gobierno a El Faro, aspecto en el que también coincidió el máximo responsable de la organización no gubernamental Pro Derecho de la Infancia (Prodein) de Melilla, José Palazón.
Los cinco subsaharianos fueron avistados cuando viajaban en una barca de juguete, impulsada a remo, e intentaban llegar al puerto melillense desde el de Beni Enzar. Ante el riesgo de naufragio, la embarcación del Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas (GEAS), atendió a los tripulantes y los trasladó hasta el territorio español. Allí, tras abrírseles las correspondientes diligencias, fueron trasladados al CETI, que en la actualidad supera en 220 personas su capacidad habitual, que ronda las 500 personas, aunque las últimas reformas realizadas en el centro están permitiendo que todos los acogidos tengan un espacio donde dormir.
A este respecto, el máximo responsable de Prodein dijo que lo hacen donde pueden, es decir, además del espacio destinado a dormitorios, en las camas, literas y colchones que están distribuidos por todas las estancias, desde las aulas, hasta los comedores e incluso el nuevo edificio multiusos de reciente construcción.
Este incremento poblacional del CETI está motivado porque las entradas no se están compensando con las salidas, pues en la última semana no se ha producido ningún traslado a la península, según informó la Delegación de Gobierno, desde donde no se confirmaron fechas de posibles salidas para los próximos días “pues solamente las conocemos el mismo día en que se realizan”.
De momento no hay tensiones
Respecto a las posibles tensiones que se puedan producir en el CETI, Palazón comentó que afortunadamente no se están dando, aunque matizó que la causa de estas tensiones no se encuentra tanto en el elevado número de acogidos sino en el régimen interno del centro.
Así explicó que según éste, “las familias no pueden estar juntas”, lo que evidentemente crea conflictos, al igual que “la actividad fuerte de los confidentes de la Policía”.
Sin embargo, negó que se estuvieran produciendo “altercados colectivos” y que a lo sumo eran “fricciones de convivencia”, sin mayor importancia.
Traslados
También se pronunció el máximo responsable de Prodein sobre los traslados, asegurando que la única posibilidad de que el CETI vuelva a las cifras de acogida ‘reglamentarias’ es que se mantenga un equilibrio entre las entradas y las salidas.
Sobre este último asunto dijo que ya prácticamente no hay hindúes en el CETI, sin duda la población que más tiempo ha pasado en el Centro –algunos por encima de los cinco años– y que también están siendo trasladados a la península los argelinos.
Sin embargo, desde el punto de vista de Palazón, las cosas no se están haciendo todo lo bien que se debieran, puesto que “se les envía a la península sin documentación alguna, lo que sin duda va en detrimento incluso de las autoridades, que no tienen ningún tipo de control sobre ellos, además, claro está, de que en esas condiciones, estas personas tampoco tiene muchas opciones de hacer nada de nada”.
Por último, Palazón criticó que “desde España se esté demandando que las autoridades marroquíes apliquen medidas más duras contra la inmigración ilegal”, pues según afirmó “el país vecino no es respetuoso con los derechos humanos y todos sabemos como utiliza ese control”.
Por ello, pidió a la Unión Europea (UE) que tome cartas en el asunto, ya que como dijo, “este no es un problema ni de Melilla ni del resto de España, sino que está generado por la UE y es por tanto quien tiene que abordarlo y buscar la solución”.
El Congreso no aborda la situación de Melilla y Ceuta
La mínima probabilidad que concedía el diputado del Partido Popular (PP) por Melilla en el Congreso, Antonio Gutiérrez, de que el Pleno de la Cámara incluyera en su orden del día tratar la situación de la inmigración tanto en Melilla como en Ceuta, ha cumplido sus más agoreros pronósticos y este asunto no será respondido por el Gobierno hasta por lo menos septiembre, siempre y cuando las elecciones generales no se adelanten de marzo a noviembre e incluso octubre, como se rumorea en los mentideros políticos de la capital española.
Gutiérrez explicó que tanto la Mesa como el Gobierno “se han amparado en el Reglamento del Pleno del Congreso; se han blindado en él” para no admitir esta pregunta en la última sesión parlamentaria, aunque como adelantó, la última realmente antes de las vaciones del verano será la “del próximo día 27, donde está previsto que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, explique ante la Cámara algunos asuntos relativos a Europa”.
Sin embargo, y reconociendo que se ha actuado dentro de la legalidad, también indicó Gutiérrez que se podía haber cambiado alguna de las preguntas de esta sesión y admitir la formulada por el diputado también del PP de la circunscripción de Ceuta, Francisco Marquez. “Sólo hacía falta un poco de voluntad política porque en otras ocasiones sí se ha hecho”, subrayó.
Marquez quería conocer las medidas que adoptaría el Ejecutivo para evitar que el CETI se desbordara y si coincidía con las declaraciones de Anna Terrón, referentes a que la presión migratoria de estos dos últimos meses “entraba dentro de lo normal”.
El CETI se desbordó en 2005 con más de 1.700 acogidos
Las avalanchas del 2005 provocaron sin duda alguna la peor situación del CETI de Melilla, que en octubre de ese año registraba casi los 1.700 acogidos.
En aquella ocasión las entradas –porque fueron varias y en distintos días– eran masivas por el perímetro fronterizo, y en un número a veces superior a las 200 personas en una jornada.
Ante esta saturación del centro, cuya capacidad entonces era de 480 personas, se adoptó la decisión de instalar tiendas de campaña cedidas por el Ejército, para atender a todos los inmigrantes.
Las tiendas estaban instaladas tanto en el interior como en el exterior del centro. Además, fue necesario acondicionar toda la zona, para lo cual se colocaron distintos puntos de agua, de luz y contenedores, así como un puesto médico avanzado en el interior del centro para atender a los inmigrantes que necesitaran cuidados médicos y seguimiento de sus heridas y lesiones.
El material utilizado, aportado en primera estancia por el Ejército, se suplementó con el enviado a la ciudad por el Ministerio del Interior, a través de la Dirección General de Protección Civil, consistente en 100 tiendas de campaña familiares para albergar a 500 personas, 500 camas, 1.000 sacos de dormir, 1.000 mantas, dos tiendas de asistencia, 100 cubos de basuras, 30 mesas de acero y 60 bancos, buena parte del cual llegó vía aérea.
En 2007, con 691 personas en el CETI, se instalaron tiendas
En 2007 y también por esta fechas, la Dirección del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla instaló diez tiendas de campaña cedidas por el Ejército, para poder acoger a las 691 personas que por aquel entonces llenaban el centro, un número algo inferior al actual.
La decisión se adoptó tras la llegada de 71 personas a mediados de agosto en una patera, y como explicó entonces la Delegación del Gobierno en la Ciudad, “no porque en el CETI existiera una saturación, sino con el objetivo de hacer más cómoda la estancia de estos acogidos".