Hoy, que se constituye la Asamblea, será posible empezar a ver qué nos depara esta nueva legislatura en lo que a relaciones entre partidos políticos se refiere. Para ello será necesario estar atento a los gestos y los saludos que intercambien unos y otros. Al tratarse de un acto oficial presidido por el protocolo primarán las formas sobre el contenido. Esta mañana veremos si la mano tendida de CpM es una oferta sincera. Desde el PP se ha recibido el ofrecimiento de Aberchán con recelo, pero al menos no ha sido rechazado; lo cual ya es un paso, aunque el camino por recorrer para recuperar la normalidad política sea largo.
En cambio, el PSOE ha vuelto a la senda que seguía antes de la campaña electoral. Anunció que se distanciaba de CpM para moderar su discurso, pero finalmente parece que ha sido Aberchán quien ha dejado solo a Muñoz en su trinchera.
Más difícil se intuye el acercamiento entre PP y PPL. La moderación en la relación política entre ambos partidos tiene la insuperable dificultad de las tensas relaciones personales entre Imbroda y Velázquez. Aquello, si es que alguna vez tuvo la posibilidad de llegar a ser un matrimonio, ahora está totalmente roto y es irrecuperable (salvo milagro, que en política sí son posibles).
Está previsto que el evento dé comienzo a las doce y media. A partir de esa hora se podrá empezar a tratar de adivinar qué nos espera hasta las próximas elecciones.
Menos incógnitas parece esconder la configuración del nuevo Gobierno. No se confía en que haya grandes sorpresas en los nombres que ocuparán los puestos claves. Juan José Imbroda se hará rodear por sus hombres de confianza, los mismos que le acompañaron en los primeros puestos de su lista electoral.