Ésta es la primera vez que las mafias que se dedican al ‘tráfico de inmigrantes’ utilizan como conductora a una mujer, que intentó “coquetear” con el agente que inspeccionaba su coche. La Guardia Civil arrestó a una mujer de nacionalidad marroquí por intentar introducir a través de la frontera a una inmigrante ilegal de origen subsahariano. Ésta es la primera vez que las mafias que se dedican al tráfico de personas utilizan a una conductora en este tipo de delitos, según la Comandancia.
Los hechos ocurrieron el viernes de la pasada semana a las 15:00 horas en la aduana de Beni-Enzar. A esa hora, los agentes de la Benemérita de servicio dieron el alto a un Renault 5 con matrícula marroquí para proceder a su inspección. El guardia civil solicitó a la conductora, una mujer joven que viajaba sola, que abriera el maletero. Durante la inspección el agente no observó nada extraño en el vehículo. De hecho, la mujer entabló conversación con el guardia civil con total normalidad. La sospechosa trató de ganarse su confianza e intentó llevar la conversación hacia temas personales y coquetear con él. Incluso llegó a pedir al guardia civil su número de teléfono personal.
No obstante, el agente se mantuvo ajeno a las intenciones de la mujer, según señaló la Comandancia en una nota de prensa.
Tras inspeccionar el maletero, el agente comprobó el interior de vehículo. Fue entonces cuando se percató de una leve modificación oculta en la parte baja del salpicadero. Al retirar una parte de esa zona del vehículo, pudo introducir la mano y palpó lo que podría ser la pierna de una persona. Ante la sospecha de que pudiera ser así, los agentes desmontaron todo el salpicadero con inmediatez, “para lo cual literalmente se arrancó éste, al objeto de auxiliarla”, se explica en la nota de prensa.
Pequeñas dimensiones
La Comandancia de la Guardia Civil informó de que en esta intervención se dieron varios hechos novedosos. Ente ellos, además de que una mujer fuera quien conducía el vehículo y viajara sola, también que el modelo del vehículo utilizado fuera un utilitario muy pequeño en el que se había preparado un exiguo habitáculo. En su interior estaba oculta una mujer de origen subsahariano cuya liberación resultó laboriosa pues estaba totalmente encajonada y había que sacarla sin causarle ningún daño.
Una vez liberada, se le practicaron los primeros auxilios debido a que presentaba síntomas de entumecimiento y dolor en las articulaciones, aunque no necesitó la asistencia de servicios médicos. La inmigrante, de unos 20 años, procede de Costa de Marfil, según manifestó.
La conductora del vehículo, M.B., es una mujer de nacionalidad marroquí, natural y vecina de Nador. Ha sido puesta a disposición judicial como autora de un delito de tráfico de inmigrantes.