J. M. es un melillense que vive en una relación difícil con su madre bajo el mismo techo, con una serie de roces adheridos que han desembocado en una denuncia por supuestos malos tratos, que ayer la Fiscalía desestimó.
Según el relato de los hechos por parte de los implicados y testigos, J.M. llegó a su casa y observó como su madre había esparcido una bolsa de basura del acusado por su cuarto de baño. Contrariado con ella, J.M. fue a discutírselo y recibió un empujón de esta viuda con doce hijos, de los que viven nueve.
Según la denunciante, su hijo le respondió con una arremetida similar, sin embargo otro vástago de la mujer, F.M., negó los hechos, argumentando que su hermano se fue de la casa al haber sido agredido por la señora.
Reconoció la fiscal que se trata de una situación delicada, con un claro prejuicio de la relación materno filial, pues la denunciante llegó a expresar que “aquel no era su hijo, tan sólo había estado nueve meses dentro de ella”. Pese a todo, con las pruebas descritas y el reconocimiento de la madre del empujón previo, el Ministerio Fiscal decidió proponer la absolución del acusado.