Su casa está “en ruinas” y tienen una orden de desalojo fijada para este lunes.
Un matrimonio con seis hijos se encuentra viviendo a la intemperie después de que los Servicios Sociales de la Ciudad les hayan denegado su petición de alojarse en el albergue hasta que encuentren un nuevo hogar. Según afirman, Bienestar Social no les ha permitido entrar en el albergue “por no estar empadronados en Melilla”.
El Faro intentó ayer contactar con el consejero de esa área, Daniel Ventura. Sin embargo, las llamadas no obtuvieron respuesta.
Según indicaron el padre, M. O., y su esposa, N. Y., (ambos de nacionalidad marroquí) a El Faro, llevan residiendo en Melilla “desde hace ocho años”, aunque él ya había vivido con anterioridad en nuestra ciudad.
La familia está compuesta por esta pareja y sus hijos, todos ellos menores de edad: dos chicos adolescentes, de 17 y 16 años, un niño de 9 años, unos gemelos de 7 y una niña de 5.
Pese a haber vivido durante tanto tiempo en Melilla, no disponen de permiso de residencia en España. Según aseguró M. O. a este periódico, él ha trabajado durante varios años “en negro” en el sector de la hostelería, mientras que su esposa lo ha hecho como empleada de hogar.
Tres hijos nacidos en España
Los tres hijos menores del matrimonio han nacido en España. Los gemelos lo hicieron en un hospital de Marbella, mientras que la pequeña nació en Melilla. Por este motivo, disponen de un libro de familia español, en el que se muestran las inscripciones de nacimiento de esos tres niños, como pudo observar El Faro.
La familia tiene una orden de desahucio de la casa en la que vivían en Monte María Cristina. Según explicó M. O., el inmueble se encuentra “en ruinas” y fue desalojado el pasado mayo. Sin embargo, afirma que su familia no fue reubicada en otras viviendas “por no estar empadronada”.
M. O. asevera que la dueña del edificio vive “en Canarias” y quiere desalojarlos ante el riesgo de que el edificio sufra un derrumbe con ellos dentro. El padre de familia admitió que desde hace años no paga el “alquiler” de la vivienda “porque está en ruinas”.
“Nos hemos ido antes de que nos desahucien porque no quiero que mis hijos vean como nos echan”, aseguró M. O. Tras dejar la casa, acudieron el jueves a la comisaría de la Policía Local, para solicitar que se les diera alojamiento en el albergue, lo que no pudieron conseguir.
A la intemperie
José Palazón, presidente de la Asociación Pro Derechos de la Infancia (Prodein), aseguró a El Faro que Bienestar Social “dio orden” a la Policía Local de que no se les diera alojamiento en el albergue. “Me consta que los policías de guardia estaban muy enfadados por esa orden”, añadió. Y agregó que la familia está gestionando su solicitud de residencia.
La pareja y sus hijos pasaron la noche del jueves a la intemperie frente a la comisaría y en la de ayer también estuvieron al raso.
M. O. y N. Y. aseguraron que llevan “dos años” sin trabajo y que viven de la ayuda de las Religiosas de María Inmaculada y de la Cruz Roja. “Nos dan vales para comprar comida y medicinas”, dijeron con agradecimiento, y añadieron que dan clase a tres de sus hijos. A los dos mayores los atienden “en Cáritas”.
“Tenemos miedo a que nos quiten la custodia de nuestros hijos”, lamentó N. Y. Su marido afirmó que acudió a las oficinas de Bienestar Social para solicitarles ayuda, sin éxito. “Me dijeron que nos fuéramos a Marruecos”, aseguró a este periódico.