La compañía melillense de teatro Concord fue la encargada de interpretar esta difícil obra de Tennesse Williams sobre el escenario del PEC y volverán a hacerlo hoy.
La historia de unos personajes realistas y trágicos que conforman una familia desestructurada es la base de la narración de Tenness Williams, ‘El zoo de cristal’. La compañía de teatro no profesional Concord fue la encargada de traer esta dura historia social que fue escrita en los años 40 hasta el escenario del Palacio de Exposiciones y Congresos (PEC).
De nuevo los cinco actores melillenses se subirán a esta atalaya para interpretar hoy y mañana esta obra muy compleja tanto por su texto como por su interpretación, tal y como nos indicó el propio director de la obra y del colectivo de actores, José María Antón.
En este sentido, la elección de este libreto no fue casual puesto que Antón considera a esta obra un de las tres más representativas del panorama teatral del siglo XX, y era la única que no habían interpretado aún.
Cinco actores interpretaron a esta familia, aunque uno de ellos no está en escena. Los personajes principales son una madre que se ha visto abandonada y marginada por la sociedad, su hijo y su hija, la cuál tiene un defecto físico que marcará su vida y todas sus creencias. Así, el trabajo de preparación de todos estos papeles fue muy arduo y complejo, no sólo por la dificultad de los personajes, sino porque los actores ensayan en sus ratos libres y no pueden dedicarse en exclusiva a trabajar sobre esta obra.
Para la reflexión
Esta obra de teatro no invitó al público presenta a reir a carcajadas, como sí ocurre en otros montajes escénicos, sino que anima e incluso obliga a reflexionar sobre cada una de las escenas vividas y de las actuaciones que los personajes llevan a cabo durante el desarrollo de la acción.
De esta forma, el público melillense tendrá que entender que no es una escenificación de una historia alegre y divertida cuya pretensión es distraer a los presentes. Más bien todo lo contrario. El texto pretende conmover al espectador e incidir sobre esos aspectos negativos e inquietantes de la naturaleza humana sobre lo que no se desea pensar.
“Uno de los personajes dice durante la obra que esto no es una ficción con aires de realidad sino una realidad con aires de ficción”, afirmó el director de esta representación.